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Itongadol/AJN.- En el marco de los festejos por el 10º aniversario del Instituto Belfer para para Asuntos Latinos y Latinoamericanos (BILLA), el Comité Judío Americano (American Jewish Committee – AJC) conmemoró el 50º aniversario de la declaración de Nostra Aetate con un acto en la Catedral Metropolitana en México.
El evento, que se llevó a cabo el domingo y recordó al documento de la Iglesia Católica que incentivó las relaciones con otras religiones, especialmente el judaísmo, contó con la presencia del Cardenal Norberto Rivera, Arzobispo de la Ciudad de México. En diálogo con la Agencia Judía de Noticias dijo: “Mi recorrido en el sacerdocio ha sido después de Nostra Aetate, con el impulsor de esto, Juan XXIII, que fue el primer Pontífice que traté personalmente, Paulo VI, que me ordenó de sacerdote, y después con el ejemplo grande de Juan Pablo II, que varias veces nos visitó aquí en México”.
“Ante esa enseñanza, tu servidor ha seguido ese camino y aquí en México he recibido muestras de cariño, muestras de servicio, de colaboración, de caminar juntos, con muchos hermanos de la comunidad. Aquí tengo muchos amigos que en muchas ocasiones hemos estado juntos, no solamente de manera oficial. Hay una gran convivencia en este país”, agregó.
Durante el acto de recordación él fue uno de los oradores principales y allí remarcó que la declaración de Nostra Aetate fue uno de los acontecimientos “más importantes del siglo XX”. “Su contenido es ahora más que nunca necesario. La iglesia reprueba toda persecución contra cualquier orden, deplora las manifestaciones de antisemitismo de que han sido objeto los judíos de cualquier tiempo y persona. No podemos quedarnos aquí, tenemos que caminar juntos para que ningún hombre sea discriminado ni perseguido por su religión y sus convicciones”, dijo.
“Tengo la seguridad de que su santidad, el Papa Francisco, se alegraría de estar aquí con nosotros, de ver que esta iglesia también ha tenido un recorrido de amistad con la comunidad judía como lo tuvo él personalmente en Argentina. Ellos son nuestros queridos hermanos mayores”, destacó.
El evento también contó con la participación de Jonathan Peled, embajador de Israel en México, quien se dirigió a los presentes: “Un domingo como este el Papa Juan Pablo II realizó la primera visita papal a una sinagoga y esta visita representó en muchos sentidos la culminación de un largo camino de reconciliación entre la iglesia católica y el pueblo judío. Hoy nos reunimos acá, cristianos y judíos, para conmemorar el 50º aniversario de aquel histórico acontecimiento.”
“Con base al Nostre Atate, hace 20 años se inició un diálogo interreligioso con el AJC y se abrieron las vías al estabelecimiento de las relaciones diplomáticas entre el Estado de Israel y la Santa Sede, así como una serie de visitas de los sumos pontífices al Estado de Israel. Ahora, 50 años después, tenemos el poder de continuar en el camino de la paz y de la reconciliación entre las religiones y entre los pueblos. Y el deber de difundir, aquí en México y en todo el mundo, el mensaje de esta declaración histórica de nuestra comunidad”, remarcó.
Consultado sobre la importancia de la conmemoración, Peled expresó, en diálogo con AJN: “Creo que realmente es un evento muy importante que se unan aquí rabinos, el cardenal y arzobispos para marcar este hito de hace 50 años, que gracias a esto se abrió el camino para la conciliación entre el pueblo judío y la Iglesia Católica”.
Además envió un mensaje de Israel a América Latina y aseguró: “Creo que hemos demostrado aquí que tenemos una comunidad muy fuerte, muy importante en México y que su relación con la Iglesia Católica en México sirve como un ejemplo para los otros países y las otras comunidades. Es un mensaje realmente de cooperación, de amistad, de hermandad y de bondad. Algo que queremos compartir con todos”.
El Rabino David Rosen, director internacional de Asuntos Religiosos del AJC, se sumó a los discursos conmemorativos y expresó: “Tengo el gran honor para estar en Roma para la celebración oficial del 50º aniversario del Nostra Aetate liderado por el Papa Francisco, pero estar aquí con ustedes es, en muchas maneras, igualmente emocionante porque es un testimonio sin precedentes de la relación entre la iglesia católica y la comunidad judía. Él está conectado con el pueblo judío. Nunca en la historia hubo un pontífice que conociera a la comunidad judía con tanta intimidad”.
“Lo más llamativo del Nostra Aetate fue la revolución copernicana sobre cómo debía verse a la comunidad judía. En este documento se dijo que estaba mal representar a los judíos como los rechazados, condenados o sustituidos por la iglesia, y se resaltó el lazo que permanece”, puntualizó.
Finalmente, Gabriel Saba, presidente de Tribuna Israelita, fue el encargado de la apertura de la ceremonia y habló en nombre de la comunidad judía de México: “Este es sin duda un momento en la historia en que judíos y católicos de EEUU y Latinoamérica nos reunimos para reflejar nuestra convicción de que el respeto a la diversidad y a las diversas formas de creencias se traducen en un ejemplo de convivencia y enriquecen a las naciones”.
“Reconocemos el apoyo del cardenal y el arzobispo por participar en esta ceremonia en esta majestuosa catedral. Desde el siglo XVI es uno de los lugares más importantes de la fe católica de nuestro país. Nos sentimos muy honrados y privilegiados de poder mandar un mensaje de que hemos construido puentes”, dijo.