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Itongadol/AJN.- (Iton Gadol en Israel) Shaar HaNeguev es uno de los colegios protegidos que se fundaron con la ayuda del Keren Kayemet Leisrael (KKL) en la frontera sur del país, y pareció importante construir una escuela que no sólo fuese segura, sino también verde y agrícola, para que los 1.800 estudiantes de primaria y secundaria “se conecten a través del estudio de la agricultura y actividades de cuidado del medio ambiente con la zona” , expresó la docente Hadas Shafrir en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“El Keren Kayemet estaba asociada con un proyecto muy grande e importante para construir una escuela protegida; la idea era construirla dentro de una zona agrícola, que tuviera elementos de cuidado del medio ambiente”, indicó.
“El KKL es educación, estamos hablando de educar para amar al país y sobre la importancia de la tierra, el agua y el cuidado de este lugar. Sin el KKL esto no se habría podido lograr, como el resto de los proyecto en Shaar HaNeguev. El KKL nos ayudó plantando miles de árboles, que llamamos ‘protección verde’, a lo largo de toda la frontera con la Franja de Gaza para proteger a los poblados de los disparos de misiles”, agregó la docente.
La zona se construyó con el dinero del Estado de Israel y entes privados, además del KKL Australia, que aportó los terrenos. Actualmente cuenta con un centro de deportes, otro para la tercera edad, un conservatorio de música, primarias y universidades, pero hace unos años, debido a los insistentes ataques desde Gaza, se decidió construir una escuela con infraestructura segura.
“Todas las instalaciones del lugar están protegidas, para que en caso de alerta roja, los chicos puedan quedarse en los cursos”, subrayó Shafrir.
La sala de maestros tiene ventanas internas y externas, de modo que los docentes a cargo pueden supervisar las actividades de los estudiantes tanto dentro o fuera del edificio.
Actualmente, la escuela cuenta con 1.800 alumnos de primaria y secundaria, que tienen la posibilidad de estudiar no sólo en las aulas de sus respectivas divisiones, sino también en la parte exterior del edificio. “Dividimos el terreno en parcelas para que cada profesor o alumno que quiera aprovechar estos espacios para la actividad lo pueda hacer; el objetivo es que estudien la mayor cantidad de cosas posibles afuera. Tenemos que dar la mejor calidad de vida que podamos, y la mejor educación que tienen hoy en día las escuelas es entrelazando tres elementos: religión, medio ambiente y democracia”, comentó.
Por último, Shafrir, ex docente de biología de la escuela, aclaró que la institución fue diseñada a partir de “una idea educativa que querían impartir; la escuela está construida en base a planes educativos que tenían planificados de antemano”.