Por Paz Rodríguez Niell | LA NACION
Hoy se cumplen seis meses de la muerte de Alberto Nisman y los investigadores todavía no saben qué fue lo que pasó con él.
No tienen en el expediente ninguna prueba concreta que hoy sostenga la hipótesis del homicidio, dicen. Pero tampoco creen que haya sido un simple suicidio. La hipótesis que parece cerrarles mejor es que Nisman se haya pegado el tiro, tal como dice el dictamen de los peritos oficiales, pero que lo haya hecho por alguna razón que todavía no salió a la luz. Posiblemente, obligado.
La fiscal Viviana Fein sigue diciendo, no obstante, que no descarta ninguna hipótesis. Que faltan los resultados de algunas medidas de prueba y que cuando los tenga firmará un dictamen que declare si, a su juicio, Nisman se suicidó o fue asesinado.
Mientras tanto, avanza en paralelo el otro expediente relacionado con este caso: el que investiga por presunto lavado de dinero al entorno del fiscal. El juez federal Rodolfo Canicoba Corral mantuvo intervenidos durante 20 días los teléfonos de los acusados en este expediente, informaron a LA NACION en los tribunales.
Ellos son la madre de Nisman, Sara Garfunkel; su hermana, Sandra Nisman; su ex empleado Diego Lagomarsino (dueño del arma con la que el fiscal apareció muerto) y el empresario Claudio Picón, propietario del Audi que Nisman usaba y tenía en su edificio. Según declaró Picón, se lo prestaba porque eran amigos.
Los investigadores relataron que sospechan que, si Nisman tenía dinero negro, podría haber utilizado las empresas de Picón para blanquearlo. No obstante, no pueden descartar aún que el dinero que movían Nisman y su entorno no proviniera, por ejemplo, de actividades o herencias desconocidas de su madre. De ser así, la causa caería. A pedido del juzgado, Garfunkel entregó esta semana un cheque de Picón por 200.000 dólares que había sido encontrado en el departamento de Nisman.
Los cuatro imputados fueron escuchados, pero los investigadores no encontraron nada de interés para su causa, según informaron. Esta semana se levantó la intervención.
Mientras tanto, el expediente que investiga la muerte de Nisman acumuló ya 32 cuerpos (unas 6400 hojas). Lo último que se incorporó fueron las largas declaraciones testimoniales que la fiscal les tomó esta semana a los peritos criminalísticos que trabajaron en el caso.
Fein citó a los oficiales, el de la querella y el de la defensa de Diego Lagomarsino para repreguntarles sobre sus informes. Las conclusiones de la querella tienen diferencias enormes con lo que sostuvieron los expertos oficiales y el de Lagomarsino. El grupo mayoritario dijo que no hay rastros de que hubiera habido alguien más con Nisman en el baño donde murió; que el fiscal agarró el arma con las dos manos y que se disparó de frente al espejo. Pero la querella sostuvo, en soledad, que el fiscal estaba arrodillado y que alguien lo mató.
Ahora, con las declaraciones de los peritos en su poder, Fein decidirá si es necesario convocar a algún experto más.
LAS PRINCIPALES PRUEBAS AÚN PENDIENTES
El informe final de los peritos informáticos sobre las computadoras y demás aparatos tecnológicos de Nisman. Los expertos ya le informaron a la fiscal que el extraño ingreso de pendrives del 18 de enero, después de la muerte, fue una falla sin intervención humana.
Las respuestas finales de Google y Yahoo para investigar otro ingreso registrado en la PC de Nisman ese mismo día, pero cerca de las 8 de la mañana. Fein quiere saber desde qué lugar (qué IP) fue ese acceso para confirmar que no haya sido remoto. A esa hora la computadora se conectó a Internet, revisó tres diarios y el mail personal del fiscal, y buscó en Google la palabra "psicodelia". Hasta ahora creen que fue un acceso local. Refuerza esta teoría que las imágenes de las cámaras del edificio mostraron que el diario recién llegó a su puerta pasadas las 9, informaron esta semana fuentes de la causa. Llamaba la atención que no lo hubiera agarrado y hubiera visitado los diarios vía web.
El informe de la división Fraudes Bancarios sobre los cruces de llamadas pendientes. A los investigadores les sorprende el incremento de comunicaciones cruzadas las horas posteriores a la muerte de Nisman. Todavía falta identificar a los titulares reales de algunos Nextel. Entre los que hablaron ese día estuvo Antonio Stiuso, ex director de la SIDE y hombre cercano a Nisman, que no le atendió las llamadas el día previo a su muerte. Se analizan, además, listados históricos de cruces del mes de enero.
Algunas declaraciones testimoniales, entre ellas, las de los prefectos que custodiaban Le Parc.
La repetición del disparo, medida que la querella pidió varias veces, pero que la fiscal no resolvió si ordenará. Para decidirlo, le preguntó al laboratorio salteño que trabajó en el caso cuán confiable sería el resultado de un nuevo disparo. Le contestaron que no pueden garantizar que sea determinante para saber si el arma debió o no haber dejado restos de fulminante en la mano del fiscal.
Según los tiempos que manejan en la fiscalía, antes de fines de octubre la fiscal podría tener listo su dictamen final. Creen que puede terminar de reunir las pruebas en agosto. Después, Fein repasará toda la causa. Redactar el dictamen podría llevarle un mes más..