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Itongadol.- Por Bernardo Kliksberg. Se cumplen 70 años del Holocausto. Seis millones fueron asesinados brutalmente, por haber nacido judíos, o tener padres o abuelos judíos. Entre ellos, un millón y medio de niños. Hubo complicidades y silencios que ayudaron a que los nazis, pudieran llevar adelante el genocidio en medio de Europa. Pero también seres humanos ejemplares que lo enfrentaron.
Enfrente de la ONU en New York hay un monumento dedicado a Raoul Wallenberg el joven diplomático sueco de 32 años, que salvo 100.000 judíos húngaros de ser asesinados por los nazis. Entre Julio y Diciembre de 1944, trabajo día y noche incansablemente para expedirles pasaportes, y creo casas especiales, protegidas por la bandera de Suecia, como país neutral, para albergarlos. El monumento es un portafolio. Allí llevaba Wallenberg, los pasaportes. Subía a los trenes donde eran llevados los judíos a Auschwitz, y otros campos similares, se jugaba la vida entregándoles los pasaportes, los llevaba a los albergues.
Inmediatamente que el ejército soviético tomo Hungría, fue arrestado, por la KGB, y nunca más se supo de él. Se cree que murió en sus cárceles. Ha sido honrado póstumamente por muchísimas naciones.
Aristides de Sousa Mendes era el Consul de Portugal en Burdeaux, Francia, cuando las nazis tomaron el país. Portugal estaba bajo la dictadura férrea de Salazar, y se había declarado neutral. Ante el consultado había miles pidiendo una visa que les permitiera salir de Francia. La circular 14 del Dictador prohibió a los cónsules dar visas a judíos. De Sousa, de profunda convicción católica, con 13 hijos, decidió arriesgar todo. Durante tres días, y tres noches dio visas a todos, hasta caer agotado. Lo relevaron. Se fue a otros consulados menores que dependían del suyo, y siguió dando visas. Salvo a miles. Fue exonerado, perseguido, sus hijos no podían a ir la escuela porque eran atacados. Murió en la pobreza más absoluta, y lleno de deudas. Cuando le preguntaron porque hizo lo que hizo contesto: “Prefiero estar con D’s contra los hombres, que con los hombres contra D’s”. Es ahora un héroe nacional de Portugal, y ha sido honrado por muchos países, y por la ONU.
Arturo Toscanini fue el mayor Director de Orquesta de su tiempo dirigía la Scala de Milan, y algunas de las principales sinfónicas del mundo. Sus conciertos merecían ovaciones de más de media hora. Hitler le pidió tocara en Berlín. Se negó terminantemente. Repudio a Mussolini, y sus leyes antijudías. Ayudo a salvar músicos judíos prominentes. Fue amenazado y atacado por los fascistas. La ONU rindió homenaje, a su lucha por la justicia.
Increíblemente, el nazismo sigue presente. Para Jean Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional de Francia, las cámaras de gas fueron” solo un detalle”, en la misma Hungría avanza un partido xenófobo y antisemita, los atentados y el odio contra judíos, inmigrantes, gitanos y otras minorías crecen en Europa. Wallenberg, De Souza, y Toscanini querían enviarnos un mensaje. No tolerar las nuevas formas del racismo. Todo ser humano libre debe recogerlo.