Itongadol/AJN.- Según un estudio israelí, los niños con más confianza en sí mismos, entre otros atributos positivos, van a sufrir menos que un niño con una menor confianza en sí mismo, a pesar de haber sido expuestos a la misma violencia.
El posible daño psicológico en los niños expuestos a la "violencia política", como el terrorismo, incluye depresión, ansiedad, pánico, fobias, comportamiento agresivo y angustia en general.
El psicólogo de la Universidad de Tel Aviv, Michelle Sloan, rechaza la supuesta "correlación directa entre la gravedad de los hechos y la cantidad de exposición a ellos", en base a su trabajo con los residentes del sur de Israel durante la guerra con Gaza hace un año.
"Durante la Segunda Intifada, estudié los efectos en los niños israelíes y palestinos", explicó Sloan. "En lugar de una línea recta que muestra los efectos de la violencia, me encontré con una curva de campana.”
Sloan presentará en una conferencia "resultados exitosos" de un programa escolar para promover la sanación psicológica tras los eventos de guerra ocurridos después de la Operación Margen Protector en 2014.
Sloan concluyó que hay factores que moderan la conexión entre la exposición y la influencia. "Con el tiempo, los niños desarrollan la capacidad de recuperación de los acontecimientos y encuentran formas estratégicas de hacerles frente, pero no todos los jóvenes van tener éxito por igual. Los factores incluyen la capacidad de conseguir apoyo social, una buena auto-imagen y un sentimiento de "auto-eficacia".
Al igual que en las guerras o los desastres naturales, las autoridades educativas y de salud son incapaces de alcanzar de forma individual y masiva a todos los niños expuestos. "Como queremos ayudar a muchos niños en poco tiempo y a un bajo costo, la mejor manera de hacerlo es en la escuela", señaló el psicólogo. Así que junto a su equipo capacitó a personal para preparar juegos que refuerzan la interacción entre los niños y entre los alumnos y sus profesores.
Los que jugaron en el programa mostraron una mejora significativa en sus factores, con una caída del 50 por ciento en sus síntomas psicológicos y psiquiátricos.