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Itongadol.- Según gran parte de los judíos de la diáspora, para que Israel exista como un estado judío y democrático debe terminar con la ocupación, tratar a sus ciudadanos árabes de manera más justa y eliminar el monopolio ortodoxo sobre la religión. Estos fueron los descubrimientos de un documento publicado hoy por el Instituto de Políticas del Pueblo Judío – JPPI, un grupo de académicos, titulado "Judío y democrático: Perspectivas del judaísmo del mundo", según informó el medio israelí Haaretz.
El reporte no se basó en una encuesta cuantitativa, sino en impresiones recolectadas de una serie de seminarios internacionales mantenidas este año, a las que asistieron líderes, profesionales, rabinos, filántropos y activistas judíos. El descubrimiento también incorporó el aporte de investigaciones publicadas previamente por el JPPI y otras organizaciones sobre actitudes del mundo judío hacia Israel.
Se informó que la gran mayoría de los participantes de los seminarios dijo que a pesar de los desafíos a los que se enfrenta Israel, su deseo es que el país se mantenga tanto judío como democrático, sin que una característica tenga preferencia por sobre la otra.
En respuesta a varias iniciativas del ala derecha legislativa diseñadas para dar precedencia al carácter judío, la ministro de justicia israelí, Tzipi Livni, designó el año pasado a Ruth Gavison, profesora veterana de leyes de la Universidad Hebrea de Jerusalem, para que escriba una propuesta constitucional apuntada a alcanzar el balance entre ambas identidades del país.
Antes de presentar esta iniciativa, Gavison llamó al JPPI para obtener información sobre los judíos de la diáspora. Esta fue recogida de discusiones mantenidas en enero, febrero y marzo en Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Brasil, Francia, Australia y Sudáfrica, en las que cientos de participantes estuvieron involucrados.
Muchos de ellos elevaron su preocupación, según el informe, de que el control continuo de Israel sobre Cisjordania amenazaba su carácter democrático. "Los judíos de muchas comunidades son críticos de la política palestina de Israel y no están convencidos de que el Estado Judío haya hecho un esfuerzo sincero por mejorar la situación", destacó. Además, ellos esperan que Israel mantenga estándares éticos más altos que sus vecinos en la región y creen que "la ‘ocupación’ continua erosiona la creencia en la democracia israelí".
Según el documento, los participantes dijeron que el trato de Israel a las minorías dejaba mucho que desear y era otra amenaza potencial a la democracia. "La creencia de que los árabes israelíes no tienen una igualdad total es mantenida ampliamente. Esto fue verdad incluso para participantes que mostraron poca paciencia ante el acomodamiento de la incomodidad árabe ante los símbolos judíos", destacó el informe.