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Ioná finaliza el año con importantes logros y apunta a nuevos proyectos para el 2014

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 Itongadol.- En diálogo con la Agencia Judía de Noticias, Jana Yansenson, directora ejecutiva de la institución, expresó: “Creemos que la personalización se basa, antes que nada, en conocer a cada uno de los chicos, pero además en posicionarse frente a su grupo de pares desde aquello que mejor puede hacer. Esto fue lo que desarrollamos mejor este año y en lo que tenemos que trabajar el año que viene”.

En diálogo con la Agencia Judía de Noticias, Jana Yansenson, directora ejecutiva del Centro Hebreo Ioná,  contó los logros de la institución en el 2013 y profundizó sobre los nuevos proyectos del año que viene.
 
 ¿Cuáles fueron los logros del 2013? 
 
Este año seguimos trabajando fuertemente en propuestas innovadoras. Nosotros mantenemos esa característica tan propia: por un lado, la de la innovación permanente que siempre nos plantea un gran desafío del innovador, ver qué será lo próximo, y, por el otro, la de la escuela personalizada, en donde estamos atentos a poder detectar la fortaleza de todos los chicos, a poder tener un proceso de valuación sumamente riguroso. Nosotros estamos convencidos de que todas las personas tenemos un talento, una fortaleza, una inteligencia o una capacidad en la cual nos destacamos especialmente. Creemos que la personalización se basa, antes que nada, en conocer a cada uno de los chicos, pero además en posicionarse frente a su grupo de pares desde aquello que mejor puede hacer. Esta es una manera de fortalecerlo para que todo el proceso educativo lo pueda transcurrir sintiéndose bien en el grupo, sintiéndose cuidado por la escuela, estando cubiertas sus necesidades emocionales antes que nada. Esto fue lo que desarrollamos mejor este año y en lo que tenemos que trabajar el año que viene.
 
¿Esto lo perciben los papás?
 
Sí. Esto es lo que hace que, en general, la devolución de las familias siempre tenga que ver con una cuestión muy afectiva ya que expresan que los chicos tienen lazos afectivos muy fuertes con la institución. Ellos egresan y siempre quieren volver, quieren venir a visitarnos y a contarnos qué bien que les va. Me parece que esto no es algo tan común.
 
¿Quién logra transmitir esto a las familias?
 
Nosotros lo damos a conocer.  Creo que más allá de que lo comunicamos a la familia, yo siempre digo que lo que marca el nivel de una escuela es la realidad de los egresados. Hablamos de egresados que quedan tan ligados afectivamente a nuestra casa que quieren volver, que son afectuosos, que felicitan a los docentes cuando se enteran de cosas buenas, que vienen a contar sus propios logros en la escuela secundaria. Sin lugar a dudas esto habla de que cumplimos la misión, es decir que generamos marcas importantes, positivas, y que a mí lo que me sorprende es que quizás siempre es esperable que ellos puedan verlas cuando sean adultos. Son improntas de vivencias judías, de saber tener una mirada crítica, de su amor por Israel, de estrategias y a vivencias que son mucho más que información, lo que les permite enfrentar bien los estudios que siguen y las experiencias de la vida.
 
Ioná es una escuela muy particular, parece ser una pequeña usina donde pasan muchas cosas, ¿es así?
 
Sí. Nos parece que este fenómeno pasa no sólo en las escuelas judías sino en todas las escuelas en las que deseamos que los chicos puedan terminar el ciclo escolar primario. , que el ciclo escolar primario termina en séptimo grado y no termina antes. El año pasado nació el proyecto de hacer la cena de gala para los egresados de séptimo grado, la cual consiste en un evento en el que se invita a las familias. En esta fiesta pasan muchas cosas, bailamos todos juntos, directores, morim (maestros), chicos, padres. Es una hermosa experiencia y me saco el sombrero frente a los morim que podrían estar sentados en una mesa charlando amablemente.
 
¿Se involucran?
 
Claro. Se ponen a bailar y sacan a bailar a los chicos. Bailan con una muy buena onda y con una gran entrega. Y de repente se los ve rodeados de padres y chicos que los abrazan a ellos y a los directores. También hay un momento en el árbol de la vida en el que se leen mensajes que mandaron las familias y donde la consigna es llevar algún recuerdo de cuando los chicos estaban en primer grado. En ese momento nos encontramos con que todas las familias hablan con tanto afecto y con tanta emoción de Ioná, su segunda casa, donde los chicos  y las familias desarrollaron tanto amor hacia las personas que trabajamos acá, donde los chicos fueron estimulados, reconocidos como lo que son, distinguidos por sus talentos y apoyados enormemente por sus dificultades. Creo que, sin lugar a dudas, es un rasgo distintivo.
 
¿Qué está pasando con el plantel docente, especialmente en el área judaica?
 
Ioná viene atravesando un proceso de innovación constante y evaluación permanente, lo cual resulta muy exigente para los docentes. Incluso tenemos un proceso de evaluación distintiva, individualizado, propio de nuestra institución. Cuando un docente es tan exigido y además entrega todo esto merece una contrapartida. Un proyecto educativo lo hacen los docentes en el día a día, en cómo enseñan, en cuanto se preocupan. No es venir a dar clase y nada más, es  esmerarse para que los chicos que tienen mucha capacidad nunca tengan un techo y para que los chicos que tienen alguna dificultad puedan ser orientados. Entonces decidimos establecer un premio para aquellos docentes que más se destacan en una serie de parámetros que se han evaluado. En este sentido se han reconocido a cinco docentes de jardín, de primaria, del área oficial y judaica, y nos pareció que no existe un mejor premio para un docente que un viaje de estudio y capacitación a Israel. Están viajando docentes judíos y no judíos a participar de un programa intensísimo entre el 5 y el 16 de enero, y además después van a poder pasear unos días por Europa. Ioná, siendo una institución que reconoce que Israel es luz entre las naciones, de democracia, de innovación, de tradición y que es nuestro faro, tiene como meta apoyar incondicionalmente a Israel.
 
Con la dificultad que hay hoy con los docentes en la red escolar, ¿esto es una fidelización?
 
Por supuesto que el tema de la escases de docentes es un tema que se viene estudiando desde hace bastante con respecto al área oficial y nos atraviesa profundamente con respecto al área judaica. Justamente la fidelización va a venir como una consecuencia necesaria de este proceso de viaje, pero cuando nació la idea fue fundamentalmente como un reconocimiento y un cuidado hacia los docentes que tenemos. Por supuesto que esperamos que este cuidado entusiasme a todo nuestro plantel a seguir echando raíces. Tenemos docentes que hace mucho tiempo que echaron raíces y otros más jóvenes. Yo me enorgullezco en decir que una de las docentes que viaja trabaja hace 25 años en Ioná y se esmera y esfuerza en que cada alumno aprenda con el mismo compromiso como si recién hubiera egresado del profesorado, con los mismos esfuerzos y con la misma generación de tarea como si no tuviera un gran back up atrás.
 
¿Cuáles son los proyectos del 2014?
 
El año que viene construiremos el nuevo edificio, un proyecto largamente soñado por nosotros porque pensamos que la población de Villa Crespo también se merece una infraestructura nueva. Creemos que este barrio ha sido tradicionalmente el centro de la vida judía junto con Once desde que han llegado los inmigrantes a Buenos Aires. Pensamos que aquella población que se quedó o mudó allí es un centro donde sigue latiendo con fuerza la vida judía. Con este edificio sumaremos rasgos que no perdemos nunca y que sabemos que son aquellos la razón por los cuales las familias nos eligen. Somos tradicionalistas y estamos insertos dentro de una comunidad. Somos una escuela donde el judaísmo se vive y creemos que con la combinación de un nuevo edificio esto, sin lugar a dudas, va a ser un elemento de potenciación muy bueno para todos.
 
, contó los logros de la institución en el 2013 y profundizó sobre los nuevos proyectos del año que viene.
 
¿Cuáles fueron los logros del 2013? 
 
Este año seguimos trabajando fuertemente en propuestas innovadoras. Nosotros mantenemos esa característica tan propia: por un lado, la de la innovación permanente que siempre nos plantea un gran desafío del innovador, ver qué será lo próximo, y, por el otro, la de la escuela personalizada, en donde estamos atentos a poder detectar la fortaleza de todos los chicos, a poder tener un proceso de valuación sumamente riguroso. Nosotros estamos convencidos de que todas las personas tenemos un talento, una fortaleza, una inteligencia o una capacidad en la cual nos destacamos especialmente. Creemos que la personalización se basa, antes que nada, en conocer a cada uno de los chicos, pero además en posicionarse frente a su grupo de pares desde aquello que mejor puede hacer. Esta es una manera de fortalecerlo para que todo el proceso educativo lo pueda transcurrir sintiéndose bien en el grupo, sintiéndose cuidado por la escuela, estando cubiertas sus necesidades emocionales antes que nada. Esto fue lo que desarrollamos mejor este año y en lo que tenemos que trabajar el año que viene.
 
¿Esto lo perciben los papás?
 
Sí. Esto es lo que hace que, en general, la devolución de las familias siempre tenga que ver con una cuestión muy afectiva ya que expresan que los chicos tienen lazos afectivos muy fuertes con la institución. Ellos egresan y siempre quieren volver, quieren venir a visitarnos y a contarnos qué bien que les va. Me parece que esto no es algo tan común.
 
¿Quién logra transmitir esto a las familias?
 
Nosotros lo damos a conocer.  Creo que más allá de que lo comunicamos a la familia, yo siempre digo que lo que marca el nivel de una escuela es la realidad de los egresados. Hablamos de egresados que quedan tan ligados afectivamente a nuestra casa que quieren volver, que son afectuosos, que felicitan a los docentes cuando se enteran de cosas buenas, que vienen a contar sus propios logros en la escuela secundaria. Sin lugar a dudas esto habla de que cumplimos la misión, es decir que generamos marcas importantes, positivas, y que a mí lo que me sorprende es que quizás siempre es esperable que ellos puedan verlas cuando sean adultos. Son improntas de vivencias judías, de saber tener una mirada crítica, de su amor por Israel, de estrategias y a vivencias que son mucho más que información, lo que les permite enfrentar bien los estudios que siguen y las experiencias de la vida.
 
Ioná es una escuela muy particular, parece ser una pequeña usina donde pasan muchas cosas, ¿es así?
 
Sí. Nos parece que este fenómeno pasa no sólo en las escuelas judías sino en todas las escuelas en las que deseamos que los chicos puedan terminar el ciclo escolar primario. , que el ciclo escolar primario termina en séptimo grado y no termina antes. El año pasado nació el proyecto de hacer la cena de gala para los egresados de séptimo grado, la cual consiste en un evento en el que se invita a las familias. En esta fiesta pasan muchas cosas, bailamos todos juntos, directores, morim (maestros), chicos, padres. Es una hermosa experiencia y me saco el sombrero frente a los morim que podrían estar sentados en una mesa charlando amablemente.
 
¿Se involucran?
 
Claro. Se ponen a bailar y sacan a bailar a los chicos. Bailan con una muy buena onda y con una gran entrega. Y de repente se los ve rodeados de padres y chicos que los abrazan a ellos y a los directores. También hay un momento en el árbol de la vida en el que se leen mensajes que mandaron las familias y donde la consigna es llevar algún recuerdo de cuando los chicos estaban en primer grado. En ese momento nos encontramos con que todas las familias hablan con tanto afecto y con tanta emoción de Ioná, su segunda casa, donde los chicos  y las familias desarrollaron tanto amor hacia las personas que trabajamos acá, donde los chicos fueron estimulados, reconocidos como lo que son, distinguidos por sus talentos y apoyados enormemente por sus dificultades. Creo que, sin lugar a dudas, es un rasgo distintivo.
 
¿Qué está pasando con el plantel docente, especialmente en el área judaica?
 
Ioná viene atravesando un proceso de innovación constante y evaluación permanente, lo cual resulta muy exigente para los docentes. Incluso tenemos un proceso de evaluación distintiva, individualizado, propio de nuestra institución. Cuando un docente es tan exigido y además entrega todo esto merece una contrapartida. Un proyecto educativo lo hacen los docentes en el día a día, en cómo enseñan, en cuanto se preocupan. No es venir a dar clase y nada más, es  esmerarse para que los chicos que tienen mucha capacidad nunca tengan un techo y para que los chicos que tienen alguna dificultad puedan ser orientados. Entonces decidimos establecer un premio para aquellos docentes que más se destacan en una serie de parámetros que se han evaluado. En este sentido se han reconocido a cinco docentes de jardín, de primaria, del área oficial y judaica, y nos pareció que no existe un mejor premio para un docente que un viaje de estudio y capacitación a Israel. Están viajando docentes judíos y no judíos a participar de un programa intensísimo entre el 5 y el 16 de enero, y además después van a poder pasear unos días por Europa. Ioná, siendo una institución que reconoce que Israel es luz entre las naciones, de democracia, de innovación, de tradición y que es nuestro faro, tiene como meta apoyar incondicionalmente a Israel.
 
Con la dificultad que hay hoy con los docentes en la red escolar, ¿esto es una fidelización?
 
Por supuesto que el tema de la escases de docentes es un tema que se viene estudiando desde hace bastante con respecto al área oficial y nos atraviesa profundamente con respecto al área judaica. Justamente la fidelización va a venir como una consecuencia necesaria de este proceso de viaje, pero cuando nació la idea fue fundamentalmente como un reconocimiento y un cuidado hacia los docentes que tenemos. Por supuesto que esperamos que este cuidado entusiasme a todo nuestro plantel a seguir echando raíces. Tenemos docentes que hace mucho tiempo que echaron raíces y otros más jóvenes. Yo me enorgullezco en decir que una de las docentes que viaja trabaja hace 25 años en Ioná y se esmera y esfuerza en que cada alumno aprenda con el mismo compromiso como si recién hubiera egresado del profesorado, con los mismos esfuerzos y con la misma generación de tarea como si no tuviera un gran back up atrás.
 
¿Cuáles son los proyectos del 2014?
 
El año que viene construiremos el nuevo edificio, un proyecto largamente soñado por nosotros porque pensamos que la población de Villa Crespo también se merece una infraestructura nueva. Creemos que este barrio ha sido tradicionalmente el centro de la vida judía junto con Once desde que han llegado los inmigrantes a Buenos Aires. Pensamos que aquella población que se quedó o mudó allí es un centro donde sigue latiendo con fuerza la vida judía. Con este edificio sumaremos rasgos que no perdemos nunca y que sabemos que son aquellos la razón por los cuales las familias nos eligen. Somos tradicionalistas y estamos insertos dentro de una comunidad. Somos una escuela donde el judaísmo se vive y creemos que con la combinación de un nuevo edificio esto, sin lugar a dudas, va a ser un elemento de potenciación muy bueno para todos.
 
 

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