Itongadol.- “Ya pasaron unos 3.000 jóvenes, entre 500 y 700 por año, que es lo máximo que podemos manejar con nuestros recursos e instalaciones”, resumió el rabino Yoel Migdal, director del Instituto Superior de Estudios Judaicos (ISEJ) de Jabad Lubavitch Argentina, en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“Este año casé a más de 30 parejas, y más de la mitad se conoció en la institución, pero hay muchas otras que lo hacen en otro lado, y estoy hablando de cientos de parejas que se conocieron acá”, se enorgulleció.
“Pienso que el secreto está en tener en claro la línea que uno quiere mantener, que tiene que ver con la Torá, pero abriéndonos a los jóvenes sin juzgarlos por lo que hacen, sino aceptándolos como son en su esencia de iehudim; no había propuestas de este tipo en la comunidad”, explicó el religioso.
“El proyecto empezó con 20 o 30 alumnos en un aula y hoy en día se transformó en una de las opciones de mayor convocatoria para la juventud de todo el país: a principios de año tuvimos unos 1.800 inscriptos”, aseguró.
“Pensamos el proyecto como un instituto de estudios judaicos, con toda la formalidad que ello implica, y con el tiempo nos dimos cuenta de que si bien es fundamental la transmisión de contenidos judaicos, sin lugar a dudas los jóvenes buscan espacios para conocer gente y formar pareja”, sintetizó Migdal.
“La gente joven tiene una imagen del judaísmo mal llamado ‘ortodoxo’ como muy formal y estructurado, y cuando se encuentra con nosotros, que somos totalmente lo contrario, se siente cómoda y termina bailando en Simjat Torá como si estuviese en un boliche”, ejemplificó.
“Como en todo gran proyecto, hay grandes donantes, pero la novedad es que en el último año empezamos a recaudar fondos entre los mismos jóvenes, lo cual obviamente ocupa un pequeño porcentaje en la pirámide de recaudación, pero habla muy bien del proyecto, ya que quienes participan en el mismo lo apoyan mensualmente, dentro de sus posibilidades, y nos da muchísima satisfacción ver que invertimos en jóvenes que se sienten tan comprometidos que quieren ser parte”, destacó el director de ISEJ.
“Uno de los grandes incentivos del proyecto es participar en un viaje parcialmente subvencionado, y cuando termina es como que toman conciencia acerca de la institución y sus objetivos, y donan”, subrayó.