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Una disquería en Villa Crespo, ícono de la música judía, cumple sus primeros 50 años

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 Itongadol.-  La venta de discos de vinilo primero, casetes después y los actuales CDs y DVD de música judía convirtieron a RGS Music en el lugar obligado que debe visitar quien desea adquirir tanto obras tradicionales, como modernas del acervo discográfico judío.

Ubicada en pleno barrio de Villa Crespo, en Buenos Aires, barrio que nucleo durante décadas junto al barrio de Once a la mayoría de los integrantes de la comunidad.a la entrada de la Galería Galecor, sobre la avenida Corrientes a metros de Scalabrini Ortiz, RGS Music abrió sus puertas en 1963, hace 50 años, en los cuales nunca su actividad pasó desapercibida para los miembros de la comunidad judía de Buenos Aires que durante generaciones compraron sus discos en la tradicional disquería.

AJN/ Itongadol entrevistó a su propietario, Ricardo Galante, con la finalidad de que nos contara como fueron los inicios y el desarrollo de la venta del material relacionado con la música judía.
Galante relató que “en 1963 comenzó mi actividad en esta galería, como comerciante en el tema de audio y luego meses después, ingresé en el tema del disco. En esos años la música judía ocupaba el lugar que siempre ocupó, si bien bajó actualmente algo debido a que cambió la audiencia producto del cambio generacional, pero no el estilo musical. 
Había varios estilos. Estaba la música judía en idish, en ladino y la instrumental, en el que se puede incluir algo similar al klezmer (sher, ora, freilaj, etc.)  la música judía por grandes orquestas”.
Quien recorra las gavetas en las que se ubican los CDs de música judía encontrará tanto versiones cantadas por Javel Katz, Max Zaldkin, Henri Gerro y Rosita Lodner en idish y en hebreo cantadas por Yafa Yarconi e Ioran Gaon, pasando – por ejemplo – por las de Leibele Schwartz.
A nuestra pregunta sobre si la gente compraba versiones de música litúrgica, Galante respondió  que “En realidad casi todos los grandes tenores operísticos, como Richard Tuker, hicieron música judía cantada en idish o en hebreo de carácter litúrgico y se vendía, era parte del paquete de música judía. También de jazanín que cantaban en la Argentina, como Hiszkopf y en el apogeo de Leibele, ellos eran también conocidos”.
Sobre la música israelí, Galante dijo que tenía todo lo que era tradicional en aquella época, “todos los grupos famosos de aquella década, por ejemplo los Dudaim. 
Había discos de una multitud de artistas, algunos de ellos se editaban en el país y otros importados, en épocas que se podía importar. Un boom fue “Jerusalem de Oro”, un título muy fuerte, de un momento muy especial la guerra del ’67, y casi no hubo artista que cantara en hebreo que pudiera presentarse sin cantarla”.
A continuación le solicitamos que nos cuente que ocurrió en las décadas del ’70 y del ’80.  Galante dijo: “Fue muy especial, hay que tener en cuenta algo muy importante, que es la proliferación de las escuelas judías y con ellas el auge del hebreo como idioma, como también las diferentes expresiones culturales, entre ellas la música y el fenómeno del Rikudei Am, el baile del pueblo. Con esto aparecen títulos que fueron éxitos porque se usaban en los casamientos, en los bnei mitzva yen  diversas reuniones, como ser  Ani osali manguinot, Or Naguía, el célebre Ava Naguila. 
Hubo un momento en que todos vendíamos lo que había, porque había otros comercios que vendían música judía, el más afamando era Radio León, que cerró hace muchos años. Lo que había eran disquerías en las  que se vendía material judío, si bien creo que fuimos los más importantes. También las grandes cadenas manejaban algunos títulos, pero dejaron de trabajar ese material.
¿Por un tema de antisemitismo? 
“No, prejuicios sí y también falta de ventas“.
La situación actual como es, fue nuestra siguiente pregunta y Galante nos dijo: “Hay mucha gente que sigue cultivando el gusto por la música judía en general, ya a esta altura no me sorprende nada de lo que piden, que puede ser idish, hebreo, instrumentado, música clásica de autores judíos, etc.; y siguen viniendo y siguen comprando, no con la frecuencia y la habitualidad de unos años atrás”.
¿Esa disminución en la frecuencia no se deberá a que casi no hacen difusión? 
Galante consideró: “No es que no hagamos, es que está relativamente limitada pues los grandes instrumentos de difusión, que son la radio y la televisión, están negadas a la música de catálogo y el 80% o 90% de lo que se vende es de catálogo”.
Andrés Galante, hijo de Ricardo Galante opinó que “La música judía no se vende porque el judío, en una gran cantidad de casos, descarga por Internet y no compra. No es un problema argentino, es un problema mundial. Otra causa es que no existen éxitos, hace 25 años que no hay un hit de música judía; último éxito de música jasídica fue Mashiaj, que tiene por lo menos 20 años; y el judío religioso, que escucha música, viaja y se la trae del exterior. Además la única radio que existe no dice quien canta las canciones”.
¿Qué pasa con la música sefaradí?
Ricardo Galante: “Hay música sefaradí, hay festivales en Israel, pero sufre lo mismo que la música en idish, que funcionan 20, 30 títulos de los cuales todo el mundo se ha dedicado a hacer nuevas versiones y el material está agotado porque hay muy poca creación y de ahí a que llegue al gran público hay una distancia larga”.
En RGS Music se vende todo tipo de música, lo nuevo, lo último y lo tradicional: tango, clásico, folklore, jazz, rock, porque si no lo hiciera no podría continuar, algo que es necesario para poder seguir ofreciendo y vendiendo música judía, concluyó Galante.
 

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