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La soberbia, un desequilibrio vital que enferma a las personas

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Itongadol.- En artículos anteriores hablamos sobre el concepto de salud desde el punto de vista homeopático, estableciendo que para esta medicina la única enfermedad es el desequilibrio de la energía vital, que se manifiesta en las personas en la manera de sentir, pensar y actuar; es decir, la enfermedad está dada por cambios inmateriales en nuestra forma de ser.
Ahora bien, vamos a comentar lo que dice R. Mosche Jaim Luzzato 1707-1746, conocido universalmente por las siglas de su nombre, RAMJAL. Fue uno de los sabios más grandes del judaísmo de todos los tiempos, particularmente de la antigua comunidad italiana. Fue un genio precoz, altamente polifacético, cabalista profundo y sabio talmúdico. Fue también poeta, conocedor de la ciencia y las humanidades de su época, autor de obras de gramática hebrea y de lógica, pero sobre todo un autentico devoto, dedicado a desarrollar intensamente su relación con Dios.
En el libro “La senda de los rectos” dice lo siguiente: La soberbia consiste en que la persona se otorga importancia a sí misma y en su corazón se considera digna de alabanza. En vez de reconocer que todo lo que tiene procede del Creador, que decidió concederle sus capacidades y beneficios con el propósito de que cumpliera su misión personal en el mundo, el soberbio cree que él es el artífice de lo que tiene y, por consiguiente, merece ser alabado por ello.
Hay quienes se consideran inteligentes, distinguidos, grandiosos, y otros más se consideran sabios.
La regla general es que siempre que una persona crea que posee cualquiera de las cosas buenas que hay en el mundo, corre el peligro de caer en el precipicio de la soberbia.
Cuando un individuo ha decidido en su corazón que es importante y digno de alabanza, esta errónea opinión suya no tendrá una sola consecuencia, sino muchas y variadas. Podría tener resultados contradictorios, a pesar de que todos tienen un solo origen y están dirigidos hacia una misma meta: expresar esa supuesta importancia ante los demás.
Según el autor de este libro existen factores que contribuyen a la soberbia: la abundancia de bienes y satisfacciones que ofrece este mundo, como explícitamente afirma el versículo “…No sea cosa que comas y te sacies… entonces se ensombrezca tu corazón…”.
Pero los factores primordiales de este sentimiento son la insensatez y la falta de conocimiento verdadero de la realidad humana, ya que la soberbia es más frecuente en aquellos que son más insensatos… Al respecto, los sabios dijeron: El inicio de un espíritu soberbio es la pobreza en conocimientos de Torá…
Pero existe un gran antídoto para este mal sentir y es saber de dónde viniste, hacia dónde vas… a un lugar de polvo, gusanos y lombrices, y delante de Quién enfrentarás en juicio y rendirás cuentas.
Entonces, ¿cómo puede contribuir la medicina homeopática frente a tal desvío?
Como comentamos anteriormente, el médico homeópata cuenta con síntomas ya experimentados en pacientes. En el repertorio homeopático se encuentran todos, desde los físicos hasta los anímicos. El arte del médico es encontrar el medicamento único que le corresponde a cada paciente…
Lógicamente, intentar hacer un diagnóstico con un solo síntoma sería una utopía, pero cuando pienso en una persona soberbia me viene a la mente la dinámica mental de sublimatum, un medicamento derivado del azufre.
En el rubro “soberbio, altivo, arrogante” encuentro 129 medicamentos, pero en “soberbio con deseos de ser adulado” se encuentran solamente 6… Este mineral cubre los dos síntomas…

Caso clínico

Me consulta Alberto, 38 años de edad, casado, dos hijos… El motivo de consulta es por padecer psoriasis, episodios de alergia a repetición, gastritis.
Luego de recorrer gran cantidad de dermatólogos y experimentar diversa cantidad de cremas, corticoides e inmunosupresores, obteniendo mejorías parciales pero no duraderas, decide hacer una consulta homeopática.
Resumiré los rasgos anímicos característicos del paciente: se define como muy exigente, perfeccionista, laborioso, irritable cuando las cosas no son como quiere; llega a descontrolarse, grita y después rápidamente se arrepiente.
Tiene una alta opinión de sí mismo, cercana a la soberbia, siempre se cree el mejor y por momentos está convencido de que es el dueño de la verdad.
Su relación familiar es buena, salvo cuando tiene esos arranques de bronca.
En el plano laboral se enoja consigo mismo cuando se equivoca, pero su orgullo personal no le permite reconocerlo.
De chico, su carácter era parecido al actual: siempre fue muy buen alumno, teniendo mucha facilidad para el estudio, “al estudiar me sentía el mejor”… No refiere haber tenido miedos en la infancia…
Paciente extremadamente caluroso, sediento, agrega sal sin probar la comida…
Para medicarlo le tomé tres síntomas fundamentales:
1. Soberbio, altivo y arrogante.
2. Perfeccionista.
3. Cóleras por sus errores.
Todos síntomas que hablan de su desvío constitucional. Luego de 4 meses de tratamiento puedo decir que Alberto mejoró su forma de ser en casi todos los aspectos… Lógicamente, sus síntomas físicos desaparecieron por completo…
La homeopatía nos tiene acostumbrados a este tipo de curaciones. Agradezco profundamente al Todopoderoso que me dio la posibilidad de aplicarla en todos mis pacientes….

Dr. David Rosenstein
Homeópata Unicista
4931-8496

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