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El ejército egipcio incrementó el número de tropas en la frontera que mantiene con Israel y la franja de Gaza. Esta medida es en respuesta al ataque perpetrado por un grupo terrorista a un puesto militar cercano a la ciudad de Rafiaj en Gaza el lunes de esta semana. El objetivo de la operación es combatir las células terroristas que operan en el Sinaí y eliminar los numerosos túneles subterráneos que conectan Egipto y Gaza.
Testigos de la zona han relatado al diario israelí Haaretz que en las últimas horas fueron llegando decenas de soldados, vehículos blindados y camiones desde el sur de ese país y tomaron posición a lo largo de la frontera entra Gaza y Egipto. También se notó la presencia de numerosas excavadoras para destruir los túneles.
En el lado israelí, cerca de Paso Kerem Shalom, operarios han reparado la verja de seguridad que fue destruida en el ataque terrorista que terminó con el saldo de 16 soldados egipcios muertos. Hasta ayer se podían observar los blindados con el que los terroristas pretendían llegar hasta el Paso Kerem Shalom para atacar.
Mientras tanto, Hamás continúa cerrando los corredores subterráneos con el fin de apaciguar al gobierno egipcio. Desde El Cairo argumentan que desde los mismos se han filtrado los terroristas que atacaron la base militar y que éstos funcionan bajo la autorización del gobierno de Gaza. Esta situación por supuesto irrita al gobierno egipcio.
En el día de ayer se realizaron los funerales de los policías fronterizos que murieron asesinados en el ataque. El presidente, Mohamad Morsi, no presenció el mismo siguiendo la recomendación de sus asesores de seguridad que temían que sea atacado. Quien sí se presentó y corrió mala suerte fue el primer ministro, Hesham Kandil, quien fue golpeado por la multitud a pesar de los intentos de protegerlo por parte de su custodia personal.