La Oficina Nacional de Vigilancia contra el Antisemitismo de Francia (BNVCA, por su sigla en francés) denunció “un dramático resurgimiento de actos antisemitas” en ese país, donde “los judíos son atacados, insultados y golpeados en la calle, el trabajo y los medios de transporte” de manera habitual.
El organismo oficial también condenó la agresión contra un joven de 17 años que viajaba en un tren que une las ciudades de Montpellier y Lyon, quien sobrevivió al atentado a la escuela “Ozar Hatorá” de Toulouse, y elogió a la Policía, que identificó y detuvo bastante rápido a los dos atacantes de origen magrebí, quienes le habían gritado “judío sucio” y golpeado.
El BNVCA también informó que el rabino del Valle del Marne fue insultado y golpeado en la cara, la cabeza y la espalda dentro del autobús 281 cerca de Créteil por un africano que también agravió a su esposa.
“Es sorprendente que ni una sola persona ayudara a las víctimas, sino que el conductor las hizo bajar del autobús”, criticó el organismo.
Además, un residente de Sarcelles descubrió heces en la entrada de su casa, que cubrían la puerta y la mezuzá (artefacto ritual que se ubica en el marco de la puerta), un dentista de Drancy denunció a un paciente que lo llamó un “judío sucio” y el presidente de la Sinagoga de Noisy le Grand encontró literalmente saqueado ese lugar de culto.
Todos estos hechos tuvieron lugar el 3 y el 4 de julio, por lo cual “la comunidad (judía) está traumatizada”, agregó.
“El BNVCA no ha de cesar de denunciar los actos antisemitas, alertar sobre el hecho que la libertad de ir y venir de los judíos de Francia está comprometida, la exige a la Policía que haga todo lo posible para identificar e interrogar a los autores y esperamos que la Justicia les aplique sanciones ejemplares y disuasorias”, finalizó el comunicado del organismo, firmado por su presidente, Sammy Ghozlan.
Por su parte, la escuela “Ozar Hatorá” hizo saber que desde el atentado del 19 de marzo (foto), en el cual fueron asesinados tres niños y un adulto, el establecimiento ha recibido miles de mensajes amenazantes por correo electrónico, fax o teléfono.
Algunos de sus autores fueron identificados, como dos enfermos mentales internados en Pau y la periferia de París, o un joven veinteañero de Toulon, que fue detenido y confesó que se trataba de una broma, desafiado por un grupo de encuentros por Internet.
Un hombre de Toulouse hizo más de 1.350 llamadas antisemitas a través de Skype y otras plataformas que tornan difícil identificación y localización.
Fue procesado y puesto en libertad condicional porque el máximo de la pena es un año de prisión, pero sus equipos fueron incautados.
Finalmente, el rabino israelí Asher Idan, director de la escuela Kol Hanaar de Jerusalem, fue atacado y robado en el metro de París.
El religioso se encuentra en Francia para cumplir diversas actividades y estaba acompañado por un estudiante cuando dos individuos le gritaron “judío apestoso”, lo agredieron, lo tiraron contra una pared y le robaron 600 euros.
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