El canciller de Ashkelon, Shimon Cohen, le dijo al medio israelí Aarutz Sheva hoy que la decisión de cerrar todas las instalaciones educativas en la ciudad era la más responsable a hacer.
“El fuego de cohetes de esta noche destruyó la paz. A las dos de la mañana nos despertamos por las sirenas. Los misiles cayeron en áreas abiertas y también en una gran zona industrial. Hoy no hay estudios en la ciudad, excepto de Talmud Tora (colegio primario religioso haredi) que recibió permiso del Comando Central. El alcalde, junto con los padres del consejo, decidieron no correr riesgos”, dijo.
Cohen dijo que en tiempos como éste, muchos milagros que ocurren nunca son informados en la prensa. “El teléfono suena todo el tiempo y siempre hay que calmar a la gente. La Nación de Israel confía en la en la voluntad de Dios, a demás de todas las preparaciones físicas del Domo de Hierro. Estamos seguros de que Dios nos protegerá y veremos milagros todo el tiempo. Cada cohete es un milagro. Como cada uno cayó en un espacio abierto, también aporía haber caído en un edificio con 80 residentes”, explicó.
Cohen no tiene ilusiones de que las cosas se calmarán a menos de que la Fuerza de Defensa de Israel bombardeara Gaza. “La Franja debería ser convertido en polvo. Nunca habrá un acuerdo con estas personas malvadas. Firmar algo con ellos es como firmar algo en hielo. Por cada cohete debería desaparecer un barrio de Gaza”, dijo.
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