En el marco de sus visitas a las instituciones educativas de la comunidad judeoargentina, el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, concurrió a la ieshivá Torat Abraham, sita en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires.
La entidad, es una de las más modernas ieshivot que funcionan en este país y está ubicada en un lugar excepcional, a 100 kilómetros del Centro de la ciudad de Buenos Aires.
Torat Abraham le ofrece nuevas alternativas en materia de Torá a la juventud judía de Latinoamérica, en un ámbito de estudio y progreso personal y espiritual para sus abrejim (estudiantes de tiempo completo) similar a las ieshivot más prestigiosas de Éretz Israel por la excelencia educativa y jerarquía de sus programas de estudio.
Muchos de los abrejim son casados y viven en la ieshivá con su esposa e hijos.
Borger fue acompañado por el líder espiritual de la comunidad Sucath David, el rabino Abraham Serruya, y el vocal de la Comisión Directiva de la AMIA Alberto Rotemberg, quienes fueron recibidos por el rabino Naftali Haikin, director de Torat Abraham.
Todos recorrieron las instalaciones de la ieshivá, un predio de 170 hectáreas con un cerco de seguridad, en donde se han edificado un Beit Midrash (casa de estudio), un amplio y cómodo salón de estudios y tefilá (oración) equipado con una gran cantidad de libros de la Torá, dos mikvaot (baños rituales, uno para hombres y otro para mujeres), dos edificio con 24 amplias y confortables habitaciones donde se alojan los alumnos que viven en el lugar y un salón-comedor con capacidad para 150 comensales, junto al cual se encuentra la cocina, completamente amoblada y equipada.
También funcionan en el lugar un jardín de infantes para los hijos de los abrejim, una pileta de natación y una granja.
Haikin y uno de los profesores, el rabino Karnovsky, les explicaron a los visitantes el funcionamiento de la institución y los interiorizaron respecto a las especificidades del tipo de estudio que reciben los alumnos, muchos de los cuales se están preparando para viajar y ser aceptados en alguna de las más importantes ieshivot de Israel, mientras que otros están perfeccionando los conocimientos adquiridos en intensos años de estudio allí.
Luego de expresar su satisfacción por la tarea que se lleva a cabo en la ieshivá Torat Abraham, Borger le hizo entrega al rabino Serruya de una plaqueta recordatoria de la visita y obsequió un juego de libros de Torá para la ieshivá y chocolates para los niños del jardín de infantes (foto).
Fotos: Leonardo Kremenchuzky.