AJN.- Una fuerte preocupación despertó en los grupos judíos el crecimiento de los grupos extremistas en toda Europa tras el 18 por ciento de votos que cosechó el ultraderechista Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, y el más de 5 por ciento de intención de votos con que se perfila la agrupación Amanecer Dorado para las elecciones legislativas de mañana domingo en Grecia. En una entrevista exclusiva con la Agencia Judía de Noticias (AJN), en su paso por Buenos Aires, Shimon Samuels, director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal, confirmó que el avance de los grupos de extrema derecha e izquierda genera “una seria preocupación”, pero advirtió que no solo afecta a los judíos sino también a los inmigrantes.
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Una fuerte preocupación despertó en los grupos judíos el crecimiento de los grupos extremistas en toda Europa tras el 18 por ciento de votos que cosechó el ultraderechista Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, y el más de 5 por ciento de intención de votos con que se perfila la agrupación Amanecer Dorado para las elecciones legislativas de mañana domingo en Grecia.
En una entrevista exclusiva con la Agencia Judía de Noticias (AJN), en su paso por Buenos Aires, Shimon Samuels, director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal, confirmó que el avance de los grupos de extrema derecha e izquierda genera “una seria preocupación”, pero advirtió que no solo afecta a los judíos sino también a los inmigrantes.
Al analizar el mapa electoral de Francia y Grecia, Samuels apuntó que “hay puntos en común y diferencias” en ambos países. “En el caso de Grecia hay un empeoramiento en la situación económica que fue aprovechado por la derecha y la extrema derecha en una campaña en la que hubo mensajes antisemitas pero sin violencia”, señaló el representante del Centro Wiesenthal.
Sin embargo, Samuels indicó que en las elecciones de este domingo en Grecia se agrega “un elemento violento” que es la agrupación Amanecer Dorado. En este sentido, el director comentó que en una reunión realizada en Atenas del Foro Social Europeo, esta agrupación griega mostró cierta simpatía con la ideología pregonada por Adolf Hitler e instó a conformar una alianza contra los judíos.
Frangiscos Poriphis, candidato electoral de este partido ultranacionalista, también mostró cierta actitud xenófoba al afirmar: "Queremos a todos los inmigrantes ilegales fuera de este país. Que se lleven su olor a otra parte".
Amanecer Dorado niega ser un partido neonazi, aunque el año pasado su líder, Nikolaos Mihaloliakos, se haya presentado ante la Legislatura de Atenas con el saludo nazi del brazo extendido.
A todo esto se agrega la decisión de repartir bolsas de alimentos para algunos de los muchos griegos que pasan necesidades, hecho que le permitió sumar votos para acercarse al Parlamento.
“En Grecia hay un millón de ilegales, una crisis económica histórica, mucha violencia e incluso hay un grupo de jóvenes violentos que escoltan a los jubilados a cobrar en los bancos diciendo que los están protegiendo de los refugiados, son parte de la agrupación LAOS (Concentración Popular Ortodoxa), también un grupo de extrema derecha ligado a la Iglesia Católica que participó en el gobierno interino griego”, comentó el director del Centro Wiesenthal.
Si bien las proyecciones indican que estas agrupaciones de extrema derecha sacarán un 5 por ciento en las elecciones de mañana domingo, Samuels estimó que superarán el 6 por ciento, lo que a su entender es “un muy serio”.
En el caso de Francia, señaló que la situación es un poco diferente porque la atención estará puesta sobre la posición que adoptarán los votantes que en la primera rueda de las elecciones se inclinaron a favor de los grupos de extrema derecha e izquierda, que se presentan como una mala señal para los judíos y que en total sumaron la adhesión de 11 millones de personas.
Samuels resaltó que el Frente Nacional, que llevó como candidata a Marine Le Pen trató de encarar la elección con “una sonrisa” frente a los elementos neonazis.
Para el director del Centro Wiesenthal la gran pregunta es por quién votarán esas 11 millones de personas que optaron por los grupos de extrema. Pero lo que está claro es que la mayor parte de esos votantes “no son antisemitas sino que votaron contra (Nicolas) Sarkozy y el retorno del socialismo”, que lleva como candidato a Francois Hollande.
“La señora Marine le Pen, la hija de Jean-Marie Le Pen, dijo que va a votar en blanco, no votar, lo que es una señal de no votar para Sarkozy ni por Hollande”, señaló Samuels.
Más allá de lo que ocurra en las presidenciales y de la división que existe en la derecha de Francia, el director del Centro Wiesenthal consideró que la atención estará puesta en las próximas elecciones legislativas y en los comicios de renovación de autoridades regionales, donde se estima que el partido de Le Pen podría llegar a tener “una influencia muy importante”.
En otro orden, el director del Centro Wiesenthal comentó que en las últimas elecciones para alcalde de Londres, el candidato de izquierda (Ken Livingstone) también “es una persona que pronunció su antisemitismo durante años”. “En su última expresión a través de la TV iraní dijo que el islam y el cristianismo salen a reclutar gente pero el judaísmo no lo hace porque es una religión racista y exclusivista. Tendría que visitar Israel donde hay judíos de todos los países y regiones. El judaísmos no es una religión racista”, aseveró.
“Todas estas elecciones demuestran que hay un movimiento hacia los extremos. En el Parlamento Europeo, en Bruselas, hay partidos de la extrema derecha de Hungría, que es muy antisemita y formó una guardia de jóvenes muy violentos”, señaló Samuels.
Para el director del Centro Wiesenthal hay “un retorno al nacionalismo de la extrema derecha” que se transforma en “un racismo internacional”. “Todos mensajes de otras épocas donde el judío fue el blanco principal, ahora van contra cualquier forma diferente, sean inmigrantes, homosexuales, incluye a todos”, agregó.
Samuels aclaró que el extremismo izquierdista “tiene los mismos rasgos” que el de derecha y citó el caso de lo ocurrido en Suecia, donde se instó a unos 700 judíos a denunciar al Estado de Israel por su política hacia los palestinos.
“Simon Wiesenthal dijo una vez que lo que empieza con los judíos no termina con los judíos. Este es un problema para los judíos pero también para los estados porque esto movimientos generan más criminalidad, más violencia y menos democracia”, advirtió.
En este sentido, el director enfatizó que “el antisemitismo está marcado en los dos extremos, en el sentido de la demonización y deslegitimización de la soberanía del Estado de Israel, que en el caso de los grupos de izquierda son más motivos por un espíritu antisionista y pro palestino”.
Samuels dijo que es llamativo que grupos trokistas estén junto a militantes de Hezbollah agitando la misma bandera. “Cuando estuve en Porto Alegre (Brasil) para el Foro Social Mundial hubo cantos como ‘yanquis y judíos no más pueblos escogidos’. No tiene sentido pero entrelíneas se muestra la intención de un mensaje de odio”, apuntó.
Incluso, para el representante del Centro Wiesenthal, “el retorno de la izquierda moderada trae elementos antisionistas y lo mismo en la extrema derecha”.
Sin embargo, la preocupación del Centro Wiesenthal está centrada en “cuáles son las hipotecas hechas durante las elecciones con los grupos más extremos a la hora de la formación de gobierno”. “Esto lo estamos monitoreando de cerca porque nos da la pauta de la política de estos movimientos”, concluyó Samuels.
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