El gran rabino ashkenazí de Israel, Yona Metzger, condenó hoy, viernes, la falta de remordimiento de Hagai Amir, hermano y cómplice del asesino del entonces primer ministro Itzjak Rabin.
“Estar orgulloso de la participación en el homicidio es una vergüenza, una desgracia y un descaro; parece que dieciséis años y medio no fueron suficiente tiempo para que aprenda su lección”, declaró el líder religioso.
En tanto, los residentes del asentamiento Shavei Shomron se inquietaron y sorprendieron al saber que Amir había elegido pasar Shabat allí, después de salir de la cárcel de Ayalon, en Ramla, esta mañana (foto), tras cumplir su condena por ayudar a su hermano, Yigal, a planificar el magnicidio.
Sus habitantes recibieron a Hagai con carteles por todo el poblado que decían “No matarás” y “El asesinato no es nuestro camino”.
“Ésta es una visita totalmente privada que la gente no ve favorablemente”, pero “no tenemos forma de evitarla”, admitió un vecino al Canal 10 de la televisión israelí.
Por su parte, diputados de Avodá, partido al que pertenecía el jefe de gobierno, improvisaron una ceremonia en el lugar de su asesinato, en Tel Aviv, horas después de que Amir fuera puesto en libertad.
“El hecho de que el cómplice del asesinato, Hagai Amir, no siente remordimiento causa asco y náuseas y nos muestra que el extremismo violento que desafía a la democracia israelí aún permanece”, declaró la líder del partido, Shelly Yacimovich, ante el monumento.
“Nuestra sociedad debería conmemorar esto como un día oscuro”, ya que “no puede haber perdón para quienes fueron cómplices del asesinato de Rabin”, agregó el ex ministro de Defensa Amir Peretz.
La ceremonia tuvo un tono político, con algunas decenas de activistas llevando camisetas y carteles y el ex ministro de Bienestar Social Itzjak Herzog llamando a “preservar la democracia israelí” en las elecciones anticipadas que se realizarían el 4 de septiembre, y fue interrumpida por un puñado de manifestantes por la “justicia social”, que les recriminaron su falta de apoyo a las protestas contra el costo de vida el año pasado.
Al salir de la cárcel, Amir declaró que estaba orgulloso de lo que había hecho y que no se arrepentía e hizo la “V” de la victoria con sus dedos.
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