Meir Javedanfar se definió como “cien por ciento iraní y cien por ciento israelí” en su corazón, aunque ante la opinión pública es considerado uno de los analistas que más conoce sobre el régimen islámico y la situación en Medio Oriente.
En una entrevista con la Agencia Judía de Noticias (AJN), Javedanfar, que nació en Irán y se educó en Israel y Gran Bretaña, afirmó que se debe avanzar con las sanciones económicas sobre Teherán como la llave para frenar el controvertido programa nuclear.
No obstante, advirtió que “hay que evitar que estas medidas afecten los suministros al pueblo iraní”.
“Podemos bombardear las instalaciones nucleares de Irán 50 veces, esto no es un peligro tan grande como que una economía colapse y si la economía colapsa (Ali) Kamenei va a perder poder”, estimó el especialista.
Asimismo, Javedanfar desestimó la posibilidad de un ataque iraní contra Israel. “Irán ataca a la AMIA y la embajada de Israel en Buenos Aires porque tiene miedo de atacar a Israel directamente y no están dispuestos a pagar este precio”, sostuvo.
Al analizar el actual momento político de Irán, el analista apuntó, en principio, que “los israelíes sufrieron muchos años de hostilidad del Gobierno iraní y en la Argentina han sido testigos por los dos atentados” contra la sede de la AMIA.
Javedanfar advirtió “para el gobierno de Irán, su programa nuclear no es un tema existencial”, aunque aclaró que las sanciones internacionales pueden ser más preocupante porque puede ver afectada su economía.
“Lo que tenemos que dar más atención es a las sanciones económicas. Hay que seguir con estas sanciones e intentar asegurar que vamos a debilitar al Gobierno de Irán”, afirmó el periodista, quien consideró que el régimen islámico debe comprender que estas medidas se mantendrán aún si logra completar la fabricación de una bomba atómica.
“En el largo plazo, Irán necesita vender una importante cantidad de petróleo. Hasta junio puede llegar hasta un 50 por ciento menos en su promedio de venta de petróleo. Los chinos le están comprando 10 por ciento de petróleo y desde la India están pidiendo un descuento por el riesgo que están asumiendo”, explicó el panorama que enfrenta el gobierno que encabeza Mahmoud Ahmadinejad como consecuencia de su programa nuclear.
Sin embargo, el analista consideró el Gobierno de Irán enfrenta “dos peligrosos asistenciales”, aunque insistió en que “el más grande es la economía”.
“El otro gran problema es el acercamiento del pueblo iraní con los países occidentales. Este régimen no puede vivir en paz con Estados Unidos y con el Estado de Israel”, agregó.
Por eso, el analista destacó la necesidad de que a las sanciones contra Irán se agregue un mayor acercamiento al pueblo iraní.
“Los jóvenes israelíes están enseñando con una campaña en Facebook que nosotros queremos a Irán y hay una reacción muy positiva de la gente de Irán. Tenemos que seguir con las sanciones, pero tenemos que acercarnos al pueblo de Irán asegurando que entiendan que las sanciones contra Irán no conducirán a la misma situación que se vivió en Irak”, explicó Javedanfar.
El analista resaltó la necesidad de que estas sanciones “no afecten el suministro de alimentos para los iraníes, que la gente tenga medicina, pero sí que el Gobierno de Irán sienta que en dos frentes está en peligro; por un lado sus actividades económicas y por otro está perdiendo legitimidad”.
En lo que respecta a la posibilidad de un posible derrumbe del régimen islámico de Irán, Javedanfar planteó la importante participación que tiene la Guardia Revolucionaria en las cuestiones económicas y su fidelidad con el líder supremo, el ayatollah Ali Kamenei.
Por eso consideró que el máximo poder iraní enfrenta dos peligros existenciales, “uno que sería una revolución masiva, lo que sería impredecible porque la gente tiene miedo” y otro sería un levantamiento de la Guardia Revolucionaria.
“La fidelidad de la Guardia Revolucionaria con el ayatollah en un 80 por ciento es por razones económicas. Los días de sacrificio para la república islámica de Irán ya se acabaron, esto no es lo que pasaba en el año ’79. La Guardia Revolucionaria sigue con su fidelidad a Kamenei porque le da mejores contratos para importaciones”, precisó.
En este sentido, Javedanfar citó como ejemplo el furor que despertó entre los jóvenes iraníes la telefonía celular, que justamente es ingresada desde Dubai por la Guardia Revolucionaria con un margen “muy grande” para Irán.
“Si las sanciones les hacen muy difícil seguir con sus actividades económicas creo que Kamenei va a estar en peligro”, dijo.
Javedanfar resaltó la necesidad de dejar en claro de que Israel no se está en contra del programa nuclear iraní con fines energético porque “el pueblo iraní como el argentino, por ejemplo, tienen derecho a un programa nuclear para producir energía”. “El Estado de Israel no es el dueño del mundo para decir quien tiene programa nuclear y quién no. Estamos en contra de Irán por sus actividades ilegales”, aclaró.
“El problema es que el Gobierno de Irán ha estado involucrado en actos ilegales como trabajar en un gatillo nuclear y la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) tiene pruebas de que estaban desarrollando una cabeza nuclear e Irán no está respondiendo a estas preguntas y la cuestión es que el precio que está pagando por este programa nuclear”, puntualizó el analista.
Javedanfar sostuvo que si los inspectores de la OIEA podrían llegar a Irán a todos los lugares sospechados de actividades nucleares ilegales y se determinase que no está desarrollando el programa nuclear “no habría problema”.
El especialista aclaró que el ciudadano israelí “está preocupado por una posible guerra” con Irán, pero aseguró que “la mayoría sigue con sus días con normalidad”.
Lo que está claro para Javedanfar es que un ataque israelí contra las estructuras nucleares de Irán sólo demorará el programa unos siete años, pero aclaró que el régimen continuará con sus planes porque el ayatollah lo necesita para revalidar su legitimidad.
“Kamenei tiene tanta legitimidad invertida en este programa nuclear que si lo atacamos y demoramos el programa él lo va a construir porque lo necesita para sobrevivir con mucho mas esfuerzo de que en Siria e Irak”, consideró.
Para Javedanfar, “no hay nada más importante para el régimen iraní que su supervivencia” y recordó que en el año ’88, en la guerra contra Irak, el líder supremo avaló el cese del fuego cuando “se dio cuenta del precio de la guerra y de que su régimen iba a colapsar”.
“Yo y mi familia salimos un año antes de eso. Y salimos porque pensamos que era una guerra sin fin y Kamenei va a seguir mandando los jóvenes a la Guerra. Yo tenía 14 años y mis padres pensaron que si me quedaba cuatro años más yo iba a la guerra contra Irak”, relató.
Siempre en diálogo con esta agencia, Javedanfar consideró que “Irán no está para pagar el precio de una guerra convencional” y por eso “envía a palestinos y libaneses” para cometer distintos ataque terroristas.
En cuanto al poder de Mahmoud Ahmadinejad, para el analista ya terminó. “Ahmadinejad ya no tiene dientes, está solamente andando porque el corazón le está palpitando”, graficó.
Asimismo, indicó que el presidente iraní “no tiene popularidad, no tiene influencia y no tiene alianzas dentro del poder”.
“Ahmadinejad llega a Venezuela está con su gran amigo (Hugo) Chávez. Se siente en su lugar y esto pasa con muchos políticos”, consideró.
Respecto de la presencia iraní en Latinoamérica, Javedanfar admitió que es “preocupante”. “Según la prensa internacional hay elementos de la Guardia Revolucionaria que están en Venezuela y aunque no tengo evidencia podemos pensar que es posible. Si hay una guerra entre Irán e Israel es posible que puedan atacar aquí o en diferente lugares de Latinoamérica”, advirtió.
Sin embargo, Javedanfar aclaró que ve “un Irán menos poderoso que en el año ‘94 cuando fue su último ataque en la Argentina”. “En el régimen hubo una fuga de cerebros y afecta no solo la economía sino también en el régimen”, agregó.
En otro orden, el analista aseguró que “es impresionante como el mundo está apoyando a Israel contra Irán” y “todo se lo debemos al gobierno de Irán que hace un trabajo fantástico y ellos mismos son la mejor razón por la que no deben tener la bomba atómica”.
“Aunque los iraníes no son suicidas, hay peligros serios de que Irán tenga una bomba atómica porque Arabia Saudita va a pedir la bomba atómica a Pakistán, ellos ya la pagaron en los años ’70, Turquía y Egipto lo mismo”, señaló.
Además, el especialista consideró que “si Irán tiene una bomba atómica no va a querer hablar con Israel”. “Este régimen no es responsable como para tener una bomba atómica”, resumió.
“El gobierno de Irán tiene que entender que es su actitud sobre Israel que nos afecta. Si Irán no hubiera tenido un programa nuclear dicen que no tendríamos hostilidades, pero claro sí por lo que han hechos con ciudadanos israelíes en la Argentina y su apoyo al terrorismo”, enfatizó.
Javedanfar consideró que la república islámica quiere una bomba atómica porque “no los dejará tan débiles para tener que hacer la paz con Estados Unidos. Piensan que tener una bomba atómica les impedirá ser invadidos como a Saddam Hussein”.
Al describir la vida de un judío en Irán, el analista indicó que “no es como la de un judío en la Argentina que puede ir al Club Sionista de Paraná”. “En Irán tenemos una comunidad judía de cerca de 11 mil personas, que estudian todo sobre el judaísmo, estudian hebreo y van a Israel vía Turquía”, comentó.
“Mi sueño es tener de nuevo la Embajada de Israel en Irán y que ambos países tengan relaciones diplomáticas”, expresó, por último, Javedanfar.
Meir Javedanfar tiene una maestría en Relaciones Internacionales y Estudios Estratégicos de la Universidad de Lancaster, así como una amplia experiencia en el análisis de temas de política y economía del Medio Oriente.
Además es colaborador habitual de The Guardian y las cadenas Al Jazeera y France 24. También es coautor del libro The Nuclear Sphinx of Tehran: Mahmoud Ahmadinejad and The State of Iran.
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