Una mujer palestina que se encontraba en huelga de hambre en protesta por su detención sin cargos por parte de Israel será deportada a la Franja de Gaza en virtud de un acuerdo que puso fin a su ayuno.
Hana Shalabi, un miembro del grupo militante Jihad Islámica, dejó de recibir alimentos después de ser detenida por tropas israelíes en Cisjordania el 16 de febrero, convirtiéndose en el segundo detenido palestino en realizar una huelga de hambre.
Qadoura Fares, miembro del Club de Prisioneros Palestinos, dijo que Shalabi había aceptado el exilio de tres años en Gaza, que está separado geográficamente de Cisjordania y bajo bloqueo israelí, "a cambio de poner fin a su huelga y ser liberada”.
"Rechazamos la deportación, pero ésta es su decisión y su propia vida", dijo Fares.
El abogado de Shalabi, Jawwad Boulous, confirmó el acuerdo pero dijo que no sabía cuándo podría ser implementado en virtud del deterioro de la salud de su cliente.
Un portavoz de la Jihad Islámica dijo que no tenía conocimiento de la propuesta.
Mientras que un funcionario israelí consultado por The Jerusalem Post dijo: "Soy consciente de que había negociaciones de ese tipo". No obstante no dio mayores detalles sobre el caso.
Debido a la necesidad de proteger las fuentes de inteligencia en los procedimientos judiciales, Israel dispuso una “detención administrativa” de Shalabi.
No obstante, la original condena de seis meses de detención fue recortada a cuatro meses por los jueces militares el pasado 4 de marzo.
Previamente Shalabi había pasado 25 meses bajo detención administrativa, procedimiento que permite a Israel mantener recluidos a palestinos sin presentar cargos durante periodos de seis meses prorrogables indefinidamente.
La detenida había sido liberada el pasado mes de octubre como parte del acuerdo de intercambio de prisioneros alcanzado por Hamás con Israel por el soldado israelí Gilad Shalit.
El padre de Shalabi, Yehia, dijo que desde el intercambio su hija no había participado activamente en la Jihad Islámica.
Israel llegó a un acuerdo el mes pasado con Khader Adnan, otro miembro de la Jihad Islámica, persuadiendo a poner fin a sus 66 días de ayuno después de que le aseguraron que iba a ser liberado en abril sin juicio.
Los grupos de derechos humanos condenaron la detención de unos 300 palestinos por parte de Israel sin juicio previo.
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