Irán anunció, hoy domingo, la suspensión de las operaciones de venta de crudo a empresas petroleras francesas y británicas, en represalia por el incremento de sanciones impuestas por la Unión Europea por el desarrollo de programa nuclear.
"La venta de petróleo a las empresas británicas y francesas fue suspendida… vamos a vender nuestro petróleo a nuevos clientes", dijo el vocero del ministerio del Petróleo en Teherán, Alireza Nikzad, según difundió esa cartera a través de su sitio web.
La Unión Europea en enero decidió dejar de importar crudo de Irán a partir del 1 de julio según lo dispuesto como parte de las sanciones contra el programa nuclear iraní, que Occidente dice que está destinado a la construcción de bombas.
El Ministerio de Petróleo de Irán dijo el 4 de febrero pasado que el estado islámico recortaría sus exportaciones de petróleo a "algunos" países europeos.
Fuentes del sector indicaron el 16 de febrero que los compradores principales de petróleo de Irán en Europa estaban haciendo recortes sustanciales en los meses de suministro antes de las sanciones de la Unión Europea.
La reducción de los flujos hacia el continente en marzo fue de más de un tercio, superior a 300.000 barriles diarios.
La compañía francesa Total ya dejó de comprar petróleo de Irán, que está sujeto a nuevos embargos de la UE. Fuentes del mercado dijeron que la holandesa Shell Royal también redujo drásticamente las importaciones.
Entre las naciones europeas, la endeudada Grecia está más expuesta a las perturbaciones del petróleo iraní.
Motor Oil Hellas, a la que pertenece Hellenic Petroleum, la mayor compañía de refinación de petróleo de Grecia, pensaba que cortar con el crudo iraní por completo, junto con Cepsa y Repsol de España.
Irán estaba suministrando más de 700.000 barriles por día a la Unión Europea.
A comienzos de este año las importaciones se habían hundido a alrededor de 650.000 barriles por día, ya que algunos clientes redujeron las importaciones en previsión de una prohibición de la UE.
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