El legislador Isaac Herzog (foto) admitió ayer, miércoles, que “la mayoría de los políticos israelíes son ignorantes” sobre las comunidades judías del mundo y “no les importa que sus palabras afecten a la Diáspora”, durante su exposición en un panel sobre deslegitimación de Israel y antisemitismo en la 12ª Conferencia de Herzliya sobre políticas y seguridad global.
El parlamentario laborista, nieto del gran rabino de Irlanda entre 1921 y 1936, Yitzhak Halevi Herzog, agregó que Israel necesita “revitalizar” su narrativa para hacer frente a sus críticos, educar a las generaciones jóvenes sobre las lecciones de la Shoá y reforzar los valores democráticos y liberales en el mundo.
A su turno, el vicepresidente ejecutivo de la Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judeoestadounidenses, Malcolm Hoenlein, se manifestó en desacuerdo acerca del estado de la relación Diáspora-Israel y destacó que ningún otro país del mundo está tan compenetrado con sus comunidades étnicas en el extranjero como el Estado judío.
De no ser así, se preguntó “para qué se reúnen tantas veces los ministros con los líderes de la Diáspora”.
Hoenlein, que es un confidente del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y ha actuado como mediador en nombre de Israel en reuniones con líderes árabes, cuestionó a quienes trazan una línea entre las políticas de Israel y el antisemitismo: “Si Israel no existiera, ¿Hitler nos odiaría menos? ¿(El presidente iraní Mahmoud) Ahmadinejad y (el ayatola Ali) Khamenei no bvuscarían ser una potencia nuclear?”.
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