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Ante el inicio de un nuevo ciclo lectivo, la directora ejecutiva del colegio Yeshurun Torá, Laura Fainstein, dialogó con a Agencia Judía de Noticias (AJN) sobre cómo termino el año 2011 y cuáles son los proyectos venideros. Con especto al cierre del 2011, Fainstein aseguró que la escuela Yeshurun termina “un año muy productivo e importante en cuanto a cambios que se planificaron y se pudieron concretar, como la inauguración de salas nuevas en jardín de infantes con un patio diseñado para favorecer el desarrollo psicomotor de los chicos”.
Otros cambios fueron los proyectos Y-TEC (Yeshurun y tecnología) e Y-NEC, con el cual la escuela a nivel secundario fue la primera de la red escolar judía que logró darles a todos sus alumnos una netbook desde el año 2010. En el área de primaria y jardín la propuesta se complementó también con pizarras interactivas en los grados y con un
proyecto muy innovador que fueron los Ipad para los chicos de jardín.
“Con respecto a las tecnologías nosotros creemos que es un cambio educativo, y que la escuela no puede estar fuera de la misma agenda tanto política como social que se pone con respecto al uso de las nuevas tecnologías”, aclaró.
Lo innovador, explicó Fainstein, sobre la utilización del Ipad en los niños de jardín es que ellos ya “están familiarizados con estos dispositivos y les permiten cuestiones muy interesantes, como acceso a videos, música y juegos didácticos. Es una interfase viso motora –ya que se maneja con las manos -y los chicos no se frustran porque pueden volver a repetir todos los juegos, explorar y progresar”.
“Si nosotros poníamos a una maestra de hace 200 años en un aula hasta hace 10 años era el mismo aula, no había un gran cambio tecnológico un simple pizarrón, tiza pupitres. Si poníamos un cirujano de hace 200 años en un quirófano de hoy en día, no podría haber operado. ¿Qué pasó entonces con la educación que no tomó los nuevos factores tecnológicos para favorecer la enseñanza? Estos cambios tienen que llegar al aula”, argumentó la directora de la institución. Siempre en dialogo con esta agencia, Fainstein adelantó algunos de los objetivos del 2012 y remarcó que continuarán profundizando las mismas líneas de acción. “Progresaremos con los proyectos Y-NEC e Y-TEC.
Vamos a tener un mayor crecimiento en la matriculación –al día de la fecha hay más de 120 familias nuevas inscriptas para el ciclo lectivo 2012-, lo cual para nosotros es un desafío y una garantía para seguir dando la calidad pedagógica y atención personalizada para cada uno de los chicos. Y también vamos a trabajar con un proyecto más particular
sobre ciencia y torá porque son muy compatibles”, especificó.
Consultada sobre la evolución de este colegio desde los últimos 5 años, Fainstein remarcó que el crecimiento es “muy interesante” ya que es una escuela relativamente nueva que va a cumplir recién 20 años.
“Tiene cuatro camadas de egresados secundarios y al día de hoy hemos pasado los 700 alumnos inscriptos al colegio. s un crecimiento muy grande para tan poco tiempo”, aclaró.
En estas casi dos décadas que lleva la escuela, Yeshurun ya cuenta con los sedes. Una exclusiva del secundario que tiene aproximadamente 3 años y otro edificio donde se desarrollan el jardín y la primaria. Ambas estructuras están ubicadas en el barrio de Palermo.
Según la directora ejecutiva, los padres eligen la escuela porque les preocupa el marco social. “Además deciden asistir a Yeshurun porque tiene un alto nivel académico para proseguir estudios superiores. El porcentaje de nuestros alumnos egresados que estudian en universidades ya sea pública o privada o hacen algún terciarios casi del 90%.
Poseemos un gran nivel de inglés, un ciclo oficial de calidad y exigencia académica y lo que nosotros creemos que es el cuerpo de esta escuela que tiene que ver con la vivencia judaica y el compromiso con las fuentes”, explicó.
Con respecto a la enseñanza de la torá, Yeshurun está pensado para que los adolescentes conozcan nuestras fuentes y puedan aplicarlas en su vida cotidiana”, agregó.
Consultada sobre su lectura en relación al crecimiento de la observancia en los últimos años, Fainstein destacó que hay que mirar a la sociedad en general. “Lo que encontramos es una búsqueda de sentido y una necesidad de encontrarse con valores. Podemos decir que el judaísmo, da respuestas sumamente positivas y que permiten sentirse
bien con la vida”, aseguró y agregó: “El judaísmo es un manual de vida. Cuando en general los padres tienen que educar a sus hijos buscan estas respuestas. Por eso, lo que quizás hacía falta era acercárselas. Si tenés coherencia en la casa y en la escuela, mucho mejor”.
En referencia al público usual que asiste a la escuela, Fainstein remarcó que todos los padres deben conocer “las alternativas y no ser prejuiciosos porque la educación de un hijo es un tema serio”. Según añadió la directora: “Hay muchos prejuicios de todo tipo con respecto a muchas instituciones comunitarias y por suerte nuestra comunidad es
bastante dinámica”.
"Nosotros llamamos a esta una escuela con alas y raíces. Acércate a conocer las raíces de a poco. No es un público de una escuela ortodoxa respecto de lo tradicional. Es cuestión de no calificarnos en ninguna de todas las categorías. Vale la pena acercarse, el criterio de la escuela es ser abierto”, aclaró.
En dialogo siempre con esta agencia, la directora ejecutiva de Yeshurun también opinó sobre la calidad de la educación judía y de las redes comunitarias en general y dijo que “son de alta calidad pedagógica” por distintas razones como: el nivel académico, la constante actualización, y por un principio fundamental que es que no
son instituciones con fines de lucro. “No somos escuelas con dueño, por lo tanto, se invierte en capacitación, en edificaciones, infraestructura y en un montón de variables que en otras instituciones el dueño quiere sacar provecho”, dijo.
Haciendo una comparación entre los diferentes tipos de instituciones, Fainstein expresó que en las “escuelas de dueños pasan dos cosas, el valor de la propiedad es más grande que lo que gana por cuota, entonces termina cerrándose. Y que las escuelas muy tradicionales se van a zona norte y cada vez se vuelven más elitistas y más cerradas en lo ideológico”.
Por eso, para ella, “las escuelas comunitarias tienen un alto nivel académico en comparación con otras escuelas de la zona y porque el recurso económico está puesto con el fin de mejorar la calidad y no de lucro, eso marca la diferencia” Consultada sobre si los hijos de los que fueron hace muy poco alumnos concurren a las instituciones judías, detalló que ella hizo un estudio sobre el tema y entre sus conclusiones dijo que los padres que fueron alumnos en los años ‘70 no asistieron a este tipo de escuelas “porque hubo una crisis comunitaria”. Sin embargo, destacó “hoy en día la generación que estamos teniendo, que fueron padres que sí acudieron a las escuelas de la red en los 90, tienen otra perspectiva”.
“Mi objetivo como directora es que el alumno que hoy está en sala de 3 por ejemplo y curso el jardín y la primaria piense, cuando sea adulto qué tan bueno fue lo que recibió para que vuelva a elegirlo para la educación de sus hijos”, agregó.
Según Fainstein, muchos padres pensaban que hay que invertir en la educación judía en la primaria o jardín y no en el secundario’. Yo les digo lo contrario, que a medida que avanzan los hijos, su capacidad de comprensión, hay que darles más respuestas y modelos de identificación positivos”.
Para concluir, la directora dio su mensaje para los padres que leerán esta nota: “Si piensa en sus futuros hijos y nietos, debería preguntarse en qué momento los hijos necesitan respuestas que le sirvan para la vida. Un secundario judío es clave. En el secundario es cuantas más preguntas te haces”.