Durante 49 años, el Ministerio de Finanzas de Israel ignoró un documento médico en el archivo de un sobreviviente del Holocausto de 89 años de edad, el cual demostraba que sufre de dolor de espalda como resultado de la persecución nazi, ahora el tesoro le debe más 700.000 shekalim en beneficios por incapacidad, asegura su familia.
Sarah Levkovitz, que nació en Eslovaquia y soportó los campos de trabajo nazis cuando era adolescente, está apelando la decisión de noviembre 2010 de un organismo de tesorería de intentar compensarla con una suma de 120.980 shekalim en lugar del monto total de 906.720. La demanda está siendo tratada en la Corte de Magistrados de Tel Aviv.
"Todos estos años, las autoridades ignoraron por completo el documento que describe los problemas médicos de mi madre y el dinero que se supone que debe recibir", dijo el hijo de Sarah Levkovitz, Moshe.
"A día de hoy aparentemente hay gente en la autoridad que cree que mi madre no merece el pago, y después de 50 años de ignorarlo, están continuando el retraso de las cosas para no pagarle a mi madre lo que ella merece”, destacó y agregó que “ellos simplemente están esperando a que los sobrevivientes mueran".
El Ministerio de Finanzas dijo que no podía hacer comentarios sobre el tema ya que se está tratando actualmente en los tribunales de Israel.
Con los años, Levkovitz presentó reiteradas denuncias, sobre el dolor de espalda, en la Oficina para la Rehabilitación de las Personas con Discapacidad. Pero sus quejas fueron desestimadas porque, según le dijeron, ella no se quejó de ese dolor cuando fue examinado por un médico perteneciente a la comisión médica que examinó a los sobrevivientes del Holocausto.
Sin embargo, en 2010 Moshe Levkovitz miró a través de archivo de su madre y encontró evidencia de que, a pesar de que apenas sabía hebreo cuando llegó al país, ella se había quejado del dolor de espalda al médico examinador.
El documento en su expediente, con fecha junio de 1961 incluso está firmado por el doctor Kahanovitz.
Levkovitz recibió el estándar asignado a todos los sobrevivientes del Holocausto: 25 por ciento de discapacidad, más un 1,65 por ciento adicional, y recibió 2.000 shekalim por mes.
En 1995 fue reconocida como una sobreviviente del Holocausto necesitada y su pago mensual se duplicó.
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