El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama (foto), promulgó ayer, sábado, durante sus vacaciones en Hawái, una ley que sanciona a las instituciones financieras que negocien con el Banco Central iraní, si bien admite excepciones para evitar problemas con los mercados energéticos.
Un alto funcionario de la administración explicó que la norma incluye a los bancos privados y oficiales -incluidos los centrales- y entrará en vigencia después de un período de 60 a 180 días de advertencia, según la transacción.
Según la ley, el presidente puede eximir temporalmente a instituciones de un país que haya reducido significativamente sus relaciones con Irán y en casos en que ello sea del interés de la seguridad nacional de Washington o para la estabilidad del mercado energético.
Las instituciones sancionadas quedarían fuera de los mercados financieros estadounidenses.
“La idea es reducir los ingresos por petróleo de Irán”, agregó la fuente.
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