Santiago Rostom es para los vecinos de La Tablada, en el partido bonaerense de La Matanza, el Padre Santiago, un cura que tiene un importante contacto con la gente pobre y que dedica parte de su vida a la lucha contra la pobreza.
Pero detrás de la figura del sacerdote se levanta un hombre con un importante conocimiento cultural y quien descubrió características del judaísmo no solo por profesar el cristianismo desde un barrio carenciado ubicado al lado del cementerio judío de La Tablada sino también por haber pasado cinco años en Israel.
Resulta curioso que después de tantos años de pasar por La Tablada se descubra a horas de celebrarse la Navidad y en el tercer día de Jánuca que el cura que profesa el cristianismo al lado del cementerio judío más importante de la Argentina habla a la perfección el hebreo.
Pero el dato pasa a ser anecdótico cuando el cura habla de su contacto con el judaísmo y los israelíes, los cristianos y los musulmanes.
“Viví cinco años en Israel, del ‘92 al ‘97, fui a estudiar y tome unos cursos en la Universidad Hebrea de Jerusalem (la más importante de Israel y el mundo judío) e hice el Ulpan (curso intensivo del hebreo)”, cuenta el padre Santiago en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
En esos cinco años, el cura de La Tablada tomó un curso sobre Deuteronomio, que es un libro bíblico del Antiguo Testamento y del Tanaj hebreo, y un curso que dictaba Emanuel Tov, actual director del Departamento de Biblia de la Universidad de Jerusalem.
Quienes lo conocen aseguran que el cura habla hebreo a la perfección y tiene un importante conocimiento del judaísmo.
“La vivencia en Israel fue excelente y tengo tres puntos para definirla: el académico, del que estoy contento; el humano, fue una experiencia muy fuerte especialmente de Jerusalem y de lo que me di cuenta cuando volví a la Argentina; y el religioso, que lo hace una ciudad muy tensa, no por el conflicto bélico, sino porque como se vive lo religioso”, relata el cura.
El padre Santiago cuenta que “una o dos veces al año vuelve a Israel para participar en una peregrinación” y en 2005 viajó para renovar su título de arqueología.
Al describir los momentos vividos en Jerusalem, recuerda que “en los lugares santos hay tensión entre los cristianos, no entre los católicos, porque para hacer una misa hay mucha tensión por saber quién tiene derecho y quién no. Yo lo viví pero no me di cuenta hasta que regrese a la Argentina”.
En su paso por Israel, el padre Santiago vivió la última Intifada, el Pacto de Oslo y los ataques suicidas que llevaron a cabo los grupos radicales palestinos. “Lo más fuerte fueron los ataques suicidas, no había forma de prevenirlos”, confiesa.
“Las mayores tensiones son las religiosas, lo que hacen de una ciudad santa mucho más maravillosa aún”, apunta el cura.
El padre Santiago cuenta que de su viaje por Israel trajo pocos amigos, un judío argentino y una italiana.
Pero más allá de la amistad, el sacerdote de La Tablada cuenta que desde el punto de vista religioso entiende a la religión judía como “una continuidad”.
“Como entiendo a quien profesa la religión judía es prácticamente una continuidad. No celebro Pesaj (Pascua Judía) como la comunidad judía pero la celebro… pero no me pasa con los budistas que no tienen nada que ver con lo católico”, argumenta.
Desde el punto de vista religioso, el padre Santiago considera que “es muy difícil hacer una distinción”.
“Confieso que desde el punto de vista religioso tenía mucha ignorancia porque en la Argentina no tenía contacto con las sinagogas, más allá de lo teórico, en cambio en Israel sí. En Israel hay una distinción que fue notable entre el judío nativo y del que venía de otras partes del mundo”, señala.
En este sentido, el padre Santiago asegura que la relación entre los que nacieron en Israel y los inmigrantes es “maravillosa”. “Eso me permitió sacarme muchos prejuicios”, agrega.
-¿Comparte la experiencia vivida en Israel con sus pares?
-“Me preguntan más por el tema del islam que por el judaísmo. La parte o la visión más negativa que es el terrorismo islámico. Lógicamente lo veo de una manera tangencial y desde el punto de vista de la relación con los judíos”, responde el padre Santiago, quien lamenta no haber sido convocado nunca por la UCA (Universidad Católica Argentina) para participar en el diálogo con los rabinos.
El cura de La Tablada cuenta que en “muy pocos lugares” le preguntan sobre su experiencia en Israel, pero considera que su opinión “puede ser interesante”.
“Hay curas que no vivieron en Israel y tienen mejores experiencias con rabinos como (Abraham) Skorka o (Daniel) Goldman”, cuenta.
Finalmente, el padre Santiago confiesa que en su caso “nunca funcionaron los canales judeo-cristianos.
Foto de Leonardo G. Kremenchuzky
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