El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó hoy domingo que la inmigración ilegal en Israel es una "calamidad nacional en todos los campos, ya sea la economía, la seguridad del Estado".
En declaraciones a Radio Israel, Netanyahu sostuvo que Israel no tiene ninguna obligación de promover la inmigración ilegal en sus fronteras y advirtió que "si no se actúa ahora para detener la inundación (de ilegales), Israel va a ser arrastrado" por los indocumentados.
Netanyahu anunció el domingo que viajará a África en un intento de coordinar con los líderes estatales la devolución de inmigrantes ilegales africanos que llegaron a Israel.
El primer ministro se espera que presente medidas legislativas que apunten a combatir este flagelo y ayuden a contener la afluencia de inmigrantes africanos.
Entre esas medias se prevé la construcción de un muro en la frontera entre Israel y Egipto, que será terminado el próximo año.
En tanto, el ministro del Interior, Eli Yishai, advirtió que la inmigración ilegal es una amenaza existencial para el Estado y dijo que trabajará para preservar la mayoría judía en Israel.
Según Yishai, sólo un número muy pequeño de inmigrantes africanos en Israel son en realidad los refugiados. El resto, sostuvo, llegaron a fin de mejorar sus condiciones económicas.
El ministro añadió que ocho o nueve aviones ya llevaron a los indocumentados a sus países de origen. Los inmigrantes fueron enviados de vuelta con subvenciones de 500 dólares cada uno.
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