El Ministerio de Finanzas de Israel suspendió todas las inspecciones al financiamiento estatal en las yeshivot hace cinco meses por instrucción del auditor general.
Los controles fueron detenidos tras las protestas vehementes de los ministros ultra-ortodoxos y miembros de la Knesset por un incidente en el que los inspectores interrumpieron una lección en una yeshiva en junio.
El Ministerio de Finanzas confirmó que ninguna inspección se llevará a cabo en la asignación de fondos a las instituciones, pero remarcaron que la fiscalización se reanudará "en un formato nuevo y mejor" para el próximo año.
En un debate especial de la Knesset (parlamento israelí) en julio, el diputado Moshe Gafni exigió detener la inspección de la yeshivot por completo hasta que se establecieran nuevos procedimientos más claros.
El incidente anteriormente mencionado ocurrió cuando un grupo de inspectores que visitaron la Yeshiva Beit Shmaya en Bnei Brak se negaron a esperar hasta que la lección termine, e insistieron en contar a los estudiantes inmediatamente. El primer ministro de Israel, el presidente de la Knesset y el ministro de economía fueron algunos de los políticos que denunciaron el incidente.
El ministro de Finanzas, Yuval Steinitz, y el miembro del Ministerio de Hacienda Michal Abadi-Boiangiu pidieron disculpas al director de la yeshiva de Bnei Brak, y Abadi ordenó la suspensión de todas las inspecciones por unos días para sacar conclusiones del evento. Desde entonces las inspecciones no se han reanudado.
Desde 2005 la tesorería general de la contabilidad ha sido responsable de la inspección en el financiamiento del estado en las yeshivot, debido a que se consideraba que los registros del Ministerio de Asuntos Religiosos era insuficiente.
Las yeshivot son financiadas por el Ministerio de Educación sobre la base del número de alumnos matriculados. El trabajo de los inspectores consiste principalmente en comprobar el número de estudiantes que asisten y asegurarse de que corresponde a la lista presentada por las autoridades.
La rigurosidad de los controles se debe a que la policía israelí descubrió una serie de fraudes en algunas yeshivot del país. Por ejemplo, en una una gran yeshivá de Jerusalem se encontró una sistemática falsificación de documentos para inflar el número de matriculados y recibir mayores asignaciones financieras.
Los funcionarios del Tesoro negaron el congelamiento de las investigaciones, pero confirmaron que "la inspección se suspendió por unos días para aclarar las circunstancias y se investigará el incidente para sacar conclusiones".
Los funcionarios dijeron que estaban preparando nuevas directrices de registro destinadas a "aumentar" la eficacia y reducir la interrupción de las yeshivas en "las inspecciones de rutina".
El rabino Shlomo Brilant, presidente de la unión de yeshivot, dijo: "estamos a favor de la inspecciones, pero no de una manera humillante".
376