NACIONES UNIDAS.- La Argentina está acercándose lentamente a Irán, algo que preocupa a las potencias de Occidente y a Israel mientras intentan agudizar el aislamiento internacional de la república islámica por su programa nuclear, dijo a Reuters un diplomático de las Naciones Unidas.
Los lazos de la Argentina con Irán quedaron virtualmente congelados desde que las autoridades de la nación sudamericana pidieron a la Interpol que emitiera órdenes de arresto contra cinco iraníes y un libanés en 2007 en conexión con el ataque en 1994 a una mutual judía de Buenos Aires que dejó 85 muertos.
Teherán negó estar vinculada con el atentado, pero en julio ofreció sostener negociaciones con la Argentina para empezar a "dar luces" sobre el caso.
El ataque de 1994 se produjo dos años después de que un grupo llamado Organización Islámica para la Jihad, que estaría ligado a Irán y a Hezbollah, se adjudicó la responsabilidad por atentar contra la embajada de Israel en Buenos Aires, donde murieron 29 personas.
Por más de una década la Argentina pareció haber hecho poco para investigar los ataques. Pero cuando Néstor Kirchner se convirtió en presidente, en 2003, prometió reabrir los casos, señalando que el descuido era una "desgracia nacional". Varios años más tarde, el ex presidente iraní Ali Rafsanjani estuvo entre las personas acusadas por fiscales argentinos y buscado por la Interpol.
Pero ha habido señales de cierta distensión en las relaciones de ambas naciones. Las exportaciones argentinas a Irán, que cayeron en algunas decenas de millones de dólares anuales en medio de las amargas relaciones, han aumentado en los últimos años, elevándose a US$ 1500 millones. Irán es el mayor comprador de maíz argentino.
"Mientras el resto de nosotros trabaja para presionar a Irán a fin de que termine con su programa de armas nucleares y detenga su apoyo al terrorismo, el gobierno de la Argentina ha estado evaluando moverse en dirección contraria", afirmó un enviado europeo en condición de anonimato.
En septiembre, la presidenta Cristina Kirchner dijo a la Asamblea de la ONU que Buenos Aires estaba listo para iniciar un diálogo con Irán, aunque instó a Teherán a cumplir su oferta de investigar el atentado.
Enviados occidentales a la ONU dijeron que hubo sorpresa en la Asamblea General cuando el embajador argentino Jorge Argüello rompió con la tradición y permaneció sentado mientras el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, criticaba a Israel, Europa y Estados Unidos durante su discurso.
"Irán y la Argentina recientemente han estado tomando una serie de pasos evidentes, en algunos casos en respuesta a la presión que debe afrontar Irán, para hacer borrón y cuenta nueva en las relaciones políticas entre ambas naciones", sostuvo a Reuters un diplomático de Occidente.
"En general, nosotros vemos un «tercermundismo» en la política exterior de la Argentina, buscando independencia de las potencias y sostener nuevas relaciones con países como Irán", dijo un funcionario israelí.
Por Louis Charbonneau | Agencia Reuters