Las escuelas internacionales en Irán cerraron sus puertas después de que estudiantes de la línea dura irrumpieron la semana pasada en la embajada británica, lo que avivó el temor de los iraníes comunes de que pueden ser víctimas de un ataque de Estados Unidos o Israel ante la salida de los ciudadanos extranjeros.
La semana pasada, un grupo de manifestantes atacó y saqueó dos oficinas diplomáticas de Gran Bretaña en Teherán, lo que llevó al gobierno británico a evacuar a su personal del país y expulsar a diplomáticos iraníes de Londres.
En la Embajada británica funcionaba un colegio por lo que al momento de producirse el ataque los niños estaban en clase.
Sin embargo, gran parte de los alumnos no estaban en el establecimiento porque fueron enviados temprano a sus casas.
Las escuelas han permanecido cerradas desde entonces, obligando a cientos de niños a que se queden en casa.
Profesores extranjeros y sus familias abandonaron Irán, aunque a los padres de los alumnos se les aseguró que las clases iban a reanudarse el próximo domingo.
El aislamiento de Irán por sus ambiciones nucleares, su decisión de haber derribado un avión no tripulado espía de Estados Unidos en su espacio aéreo y el ataque a la embajada británica está alimentando los temores iraníes.
"Muchos extranjeros están dejando de Irán… Yo sospecho que habrá una acción militar… que nos convertirá en otro Irak", dijo el arquitecto Mahsa Sedri, de 35 años. "Es evidente que algo está pasando… de lo contrario los extranjeros no irían de Irán", agregó.
Washington e Israel no descartaron una acción militar contra las instalaciones nucleares iraníes si la diplomacia falla para resolver la disputa sobre el programa nuclear de Irán, una posición que se endureció desde el informe crítico de la Organización Internacional de Energía Atómica el mes pasado.
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