Por cuarta vez en el mes, el embajador israelí ante las Naciones Unidas, Ron Prosor (foto), les escribió una carta al secretario general del organismo, Ban Ki-Moon, y al Consejo de Seguridad en el cual reclama la condena de ambos al constante lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza.
En las mismas, el diplomático señaló que dos cohetes de largo alcance cayeron ayer, martes, en un kibutz de Shaar Hanegev, uno de los cuales destruyó completamente una edificación en una granja, cercana a una sala de jardín de infantes.
“Casi todos los días somos testigos de nuevas escenas de destrucción y hombres, mujeres y niños israelíes siguen siendo asesinados y heridos” debido a que la “metralla vuela dentro de hogares, escuelas y patios”, detalló.
A pesar de “los incendios en las calles, el Consejo de Seguridad aún no ha pronunciado una sola sílaba de condena a estos ataques”, criticó Prosor, para quien su “silencio ante el terrorismo constante que emana de Gaza lo dice todo”.
El embajador señaló que mientras los israelíes ansían la paz, “no ven palomas de la paz volando desde Gaza, sino sólo cohetes Grad y misiles de largo alcance”.
Prosor agregó que tanto él como Israel seguirán haciendo plenamente responsable a Hamás de todos los ataques procedentes de Gaza, los cuales constituyen “una violación flagrante del derecho internacional”.
“Todos los miembros responsables de la comunidad internacional tienen el deber de hablar con una sola voz y actuar con un propósito común contra el terrorismo continuo que emana de la Franja de Gaza”, exigió.
“Nadie debería vivir bajo tal espectro de violencia”, completó.
Desde octubre, más de 70 cohetes y proyectiles de morteros han sido disparados desde Gaza contra objetivos civiles en el sur de Israel.
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