El Ministerio de Defensa de Israel invirtió más de 75 millones shekels (aproximadamente 22 millones) en la compra de armas no letales para dispersar las protestas masivas ante posibles disturbios que puedan ocurrir en septiembre cuando se tratará en la ONU una propuesta impulsada por la Autoridad Palestina para obtener el reconocimiento como Estado.
Según consignó el portal de noticias Ynet, el Gobierno se está preparando para posibles disturbios en Cisjordania, la Franja de Gaza e Israel.
El director del Ministerio de Defensa, General Udi Shani, ordenó la asignación de fondos del presupuesto del ministerio, así como de la ayuda extranjera, para la compra de sofisticados medios destinados a la dispersión de multitudes.
En mayo pasado, el ejército carecía de medios adecuados para impedir la infiltración de palestinos de Siria y el Líbano durante la "Nakba" y "Naksa" los acontecimientos obligaron a las tropas de usar munición real. El ejército israelí fue criticado por causar lesiones a las personas no armadas.
Los medios de dispersión de multitudes se dividirá entre la policía y el ejército: la Policía recibirá 40 millones de shekels en equipos y el Ejército recibirá el equivalente de 35 millones. La mayoría de las armas no letales llegará a Israel hacia el mes de septiembre.
El Ministerio de Defensa compró granadas de gas, rifles montados en vehículos y tanques hidrantes que pueden transportar 2.500 litros. La policía y las Fuerzas de Defensa de Israel tendrán al menos 17 vehículos con sistemas de aspersión de agua a su disposición en septiembre.
El Ministerio, también compró una pequeña cantidad de pistolas Taser de electrochoque para ser utilizadas contra los manifestantes de pie cerca de las fuerzas de seguridad, así como una gran cantidad de granadas de gas, cascos y equipo de protección.
Pero la "estrella" de la adquisición antidisturbio, según Ynet, es el "skunk" – una sustancia de fuerte olor que produce náuseas y vómitos.
El ejército israelí pulverizará la sustancia en la tierra o desde el aire si se produce enfrentamientos entre los manifestantes.
El Ministerio de Defensa compró grandes cantidades de "la mofeta", que se fabrica en Israel. Un alto funcionario de seguridad se describe la adquisición como un "paso muy importante en la preparación de las fuerzas de seguridad."
El ejército examinó otras posibilidades como la compra de un sistema de microondas de fabricación estadounidense que puede paralizar a cualquiera que venga a 100 metros de ella. Israel no ha adquirido el sistema y los propios norteamericanos no lo utilizan debido a la oposición de grupos ambientalistas y de derechos humanos.
Las fuerzas del ejército y la policía ya comenzaron los entrenamientos con las nuevas armas. El Ministerio de Defensa también ha invertido 50 millones de shekels en la construcción de una valla de 12 kilómetros en los Altos del Golán.
Los funcionarios de seguridad estimaron que el escenario más probable en septiembre prevé que habrá disturbios y protestas en Cisjordania incluido el bloqueo de caminos.
Las protestas también podría extenderse más allá de la Línea Verde, y en las fronteras de Israel con el Líbano, Siria, Jordania y la Franja de Gaza.
También se estima que el estado de ánimo general puede incitar "actos de terror popular" como disparar en los caminos y cruces.
El gobierno también está preparando para la posibilidad de marchas hacia los asentamientos y disturbios en Bilin y Naalin.
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