Los bombardeos a la embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y a la AMIA dos años después pueden parecer muy lejanos en el tiempo y algunas personas podrían inclinarse a argumentar que casi dos décadas después es tiempo de seguir adelante. Pero eso sería un gran error.
Cientos de víctimas inocentes, de distintos contextos religiosos y nacionalidades, fueron asesinadas o gravemente heridas.
Los autores ideológicos de estos dos atentados terroristas siguen en libertad. Según lo que estableció el fiscal Alberto Nissman, las personas que ordenaron y planearon estos ataques están en Teherán y Beirut. Uno de ellos incluso se ha convertido en ministro de defensa.
En el 2007 Interpol lanzo la alerta roja, pero hasta ahora no ha sido posible llevar a los perpetradores de estos dos horribles crímenes a la justicia. Si nos rendimos ahora los terroristas se sentirán vindicados y eventualmente atacarán nuevamente.
Esa es una de las razones por las que no podemos ceder en nuestra lucha por la justicia. Pero también hay otra.
Cada año en julio, miles se juntan fuera del edificio reparado de AMIA y conmemoran el aniversario de esta tragedia. Esto muestra el lazo cercano de toda la comunidad judía argentina, y de la sociedad, con las víctimas del ataque y sus familias. Este hecho de recordación no es solo muy movilizarte y digno, sino que también envía un mensaje claro: ¡No debemos olvidar! ¡No debemos descansar hasta que se haga justicia!
Lo mismo es verdad para el mundo judío. El Congreso Judío Mundial seguirá codo a codo con los argentinos judíos. Seguiremos elevando el tema del bombardeo a la AMIA con los gobiernos y organizaciones internacionales en todo el planeta. Seguiremos luchando contra el régimen iraní o Hezbollah que quieren infiltrarse y desestabilizar países en América del Sur.
Los recientes eventos y declaraciones de islamistas y otros fanáticos han mostrado nuevamente que los terroristas todavía ven a los judíos y a los sitios judíos como objetivos legítimos, no solo en Israel, pero en todo el mundo.
Israel puede haberse convertido en el foco de sus malvadas actividades, pero su odio es en realidad dirigido contra todos los judíos, sin importar donde vivan.
Por eso es importante que recordemos lo que pasó en Buenos Aires en 1992 y en 1994 y que estemos unidos y sigamos pidiendo justicia.
No puede haber ninguna justificación del terrorismo.
No debe haber impunidad para los asesinatos.
Ronald S. Lauder
Presidente del Congreso Judío Mundial (CJM)
Para ver más notas sobre el 17º aniversario a la AMIA haga click aquí.