Una gran coalición contra la comisión estatal que investiga el incendio en Carmel ganó aparentemente, mientras el Comité de Control del Knesset (parlamento) luchaba por mantener una mayoría en la sesión de hoy.
El jefe del comité, Yoel Hasson (de Kadima), que está encabezando el movimiento para llevar a cabo un panel investigativo, abrió el debate sobre el informe que tiene como interventor al estado acerca de los fracasos del servicio de bomberos y le pidió a los legisladores que actúen “con el mejor interés de los ciudadanos” en vez de enfocarse en consideraciones políticas.
“Ser ministros significa hacerse responsables. Es el momento de la verdad como verdaderos miembros del Knesset”, dijo Hassen, en referencia a la confianza del público.
El ministro del interior israelí, Eli Yishai, culpó al primer ministro Benjamin Netanyahu durante el encuentro por la controversia de establecer el panel y dijo que apoyaba el movimiento pero el premier favoreció una investigación separada.
La semana pasada, Yishai llamó a una comisión de estado para liberarlo de responsabilidades por las fallas de los servicios de bomberos, del cual el ministro está a cargo.
Netanyahu llamó a Yishai varias veces en los días siguientes para disuadirlo a que no llamara a dicho panel.
El ministro del interior le dijo al Comité de Control del Knesset que creía que “la responsabilidad de la destrucción está en el gobierno. No hicieron lo suficiente pero más que sus sucesores”.
También dijo que sentía que él y sus colegas de partido ultra ortodoxo Shas estaban siendo dejados de lado mientras que se criticaba el modo en que sus fondos habían sido distribuidos y se generaban especulaciones acerca de que se podría haber evitado el desastre.
“Esas preguntas no se las hacen a otros ministros pero sí a los de Shas. Cuando el ministro de defensa no consigue el presupuesto que desea nadie le hace estas preguntas”, dijo.
El comité de ayer culpó a Yishai por las fallas que llevaron al desastre del fuego en Carmel la semana pasada.
Los bomberos, jefes de las autoridades locales que fueron devastadas por el fuego y miembros del Knesset se lanzaron contra Yishai por la debacle. Él dijo que no estaba evadiendo responsabilidades pero admitió que no había destinado suficientes fondos a los servicios de bomberos. Sin embargo, destacó que había advertido sobre la peligrosa situación hacía años.
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