«Si hay un lugar donde se puede temer el choque de las civilizaciones, Oriente contra Occidente, Islam contra Cristianismo y Judaísmo, es allí», advirtió el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, en la apertura del coloquio, que reúne a decenas de personalidades y analistas de las dos orillas del Mediterráneo hasta el lunes, en la sede de la UNESCO.
En un vídeo difundido en la inauguración del evento, el presidente francés, Jacques Chirac, aseguró que Europa está dispuesta, «en contacto con sus aliados y otros», a aportar toda su contribución a la «estabilización de un Irak soberano» y a un arreglo negociado del conflicto israelí-palestino.
Tras reafirmar que el choque de las civilizaciones no es inevitable y que el antídoto es «el diálogo», como había dicho en la UNESCO tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, apuntó varias pistas para contrarrestar esa amenaza.
Es «indispensable», dijo, atender a «la urgencia inmediata trabajando colectivamente en la reducción de los conflictos que atizan el odio, envenenan la vida internacional y dan pie a los discursos de los partidarios de la violencia».
«En Oriente Medio, mediante un arreglo negociado del conflicto israelí-palestino y la estabilización de un Irak soberano, pero también en Africa, en Asia, esta búsqueda debe promover soluciones definidas sobre la base del derecho internacional y en el marco de órganos multilaterales», afirmó Chirac, cuyo país lideró la oposición a la guerra de EEUU en Irak.
También hay que combatir la pobreza y las pandemias, promover los derechos humanos, organizar «mejor» la solidaridad internacional y…reducir las desigualdades entre el Norte y el Sur, agregó.
Villepin, que sucedió en el podio a su colega de Qatar, Hamad Bin Jaber Al-Thani, al filósofo Bernard Henry Levy y al responsable de la Organización Internacional de la Francofonía, Abdou Diouf, subrayó la urgencia de actuar, porque «hoy todas las situaciones», hasta las más periféricas, pueden desatar una crisis mundial».
Dijo que «desde el 11 de septiembre (de 2001) hemos entrado en el terrorismo de masas» que golpea en «todos los continentes», países musulmanes incluidos, y cuyo «blanco» es «ante todo el espíritu de respeto y tolerancia, la voluntad de diálogo, el interés por la reforma y la modernización».
Contra la «trampa» que quieren tender los terroristas, abogó por crear «un verdadero buen gobierno democrático mundial, capaz de tratar eficazmente los problemas del planeta, afrontar las crisis y los grandes desafíos estratégicos y poner al ser humano en el corazón de la globalización».
«La comunidad internacional debe implicarse con atención, intuición y generosidad en la transformación de la región (de Oriente Medio) y proceder con discernimiento para no contribuir a la radicalización de las opiniones políticas o religiosas», dijo.
Ello implica tener en cuenta la «especificidad» de cada país, devolver su destino y dignidad a pueblos «convencidos de haber sido el juego de los intereses de otros durante décadas» y «disipar la convicción de que a nivel internacional existe un doble rasero».
Oriente Medio necesita «una estrategia global, aplicada de forma diferenciada y gradual», dijo Villepin.
La conferencia en la UNESCO concluirá el lunes, con intervenciones de, entre otros, el representantes de la Unión Europea para el Oriente Medio, Marc Otte, y su predecesor, Miguel Angel Moratinos, y los ex ministros israelí Yosi Beilin y palestino Yaser Abed Rabbo, impulsores del Acuerdo de Ginebra. EFE al/vh
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