El judaísmo Masortí (Conservador), proviene del hebreo de la palabra Masoret – tradición. El movimiento Masortí surge a partir del final del siglo XIX en Alemania y se constituyó en una de las grandes corrientes religiosas del judaísmo contemporáneo. Está presente en Israel, Europa, América del Norte y del Sur, así como en Asia y el Pacífico. En Estados Unidos el Movimiento cuenta con más de 800 comunidades.
Rabinos de distintas comunidades conservadoras en Capital Federal evaluaron al movimiento y se refirieron a sus expectativas para el futuro.
Rabino Abraham Skorka, Comunidad Benei Tikva
¿Cómo evalúa al movimiento conservador desde sus inicios hasta la actualidad?
El movimiento conservador se desarrolló de una forma especial en Argentina y después en Latinoamérica, de forma especial porque el motor que dirigía a la vida judía en Argentina eran los movimientos sionistas que después de la guerra de los 6 días, por distintas razones, entraron en una decadencia.
En una nueva búsqueda y gracias el desarrollo del rabino Marshall Meyer, mostrando que significa una sinagoga que sabe responder a las necesidades espirituales de sus congregantes. Hubo distintas comunidades que comenzaron a desarrollarse de manera muy especial su vida sinagogal y comunitaria, teniendo un epicentro en lo religioso.
Así empezaron a multiplicarse las comunidades conservadoras, primero en
Cumplieron un rol muy importante en el desarrollo y sostén de la comunidad judía dentro de la sociedad argentina y luego a través de los egresados del Seminario Rabínico Latinoamericano, se desarrolló en otros países.
El Seminario como institución madre, cumplió con un rol muy importante no solamente en la formación de rabinos sino también de líderes juveniles, jazanim.
Es muy importante enfatizar el hecho de la marca que dejó el rabino Meyer, que es el fundador de la comunidad Bet El y del Seminario Rabínico, en el sentido de la lucha de los derechos humanos, que tanto tuvo y tiene que ver con la realidad latinoamericana.
Es un sello indeleble que dejó de una manera muy especial en su accionar y compromiso para las generaciones futuras.
Un análisis minucioso y profundo puede mostrarnos muchas materias pendientes, por ejemplo, un trabajo inter comunitario más coordinado, una cohesión para tratar de formar un movimiento que aún no hemos encontrado.
Pero lo que va a quedar para la historia, es que el movimiento Mazortí supo ser un valuarte y un sostén para la continuidad del judaísmo en argentina, en nuestro medio y en Latinoamérica.
¿Cuáles son las expectativas para el futuro del movimiento?
El futuro depende de nosotros como la historia ha de seguir escribiéndose.