El gobierno de Israel expresó hoy su preocupación por la ola de antisemitismo que viene sufriendo la comunidad judía argentina en los últimos días con la profanación de dos cementerios y pintadas en símbolos colocados durante la festividad de Januca (fiesta de las luminarias).
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias, el director del Departamento de América Latina de la Cancillería israelí, Alexander Ben Tzvi, alertó que “lamentablemente este nivel de antisemitismo lo vemos a nivel mundial y algo tiene que ver con la propaganda antiisraelí en todos los medios de comunicación en muchos países del mundo”.
“Uno de los resultados de esta propaganda es que la gente no entiende que puede provocar olas de antisemitismo que tienen como consecuencia profanación de cementerio como paso últimamente en la Argentina y como ataques durante la fiesta de Januca a la menorah (candelero de siete brazos) que están en distintas ciudades”, afirmó el funcionario israelí.
Ben Tzvi indicó que “lamentablemente el fenómeno existe” y señaló que fue tratado en el Foro Global contra el Antisemitismo, que se realizó recientemente en Jerusalem y donde se sacaron “varias conclusiones sobre cómo hay que educar contra este flagelo”.
La comunidad judía argentina sufrió en un poco más de dos semanas dos ataques a cementerios comunitarios: el primero ocurrió entre la tarde del 7 y la madrugada del 8 de diciembre pasado en el cementerio judío de Liniers, donde fueron profanadas varias tumbas e incluso removieron la tierra de las sepulturas.
En tanto que el segundo ocurrió el pasado 21 de diciembre en el Cementerio Israelita de la ciudad capital de la provincia de San Luis, donde fueron profanadas 27 sepulturas con inscripciones antisemitas.
A eso se agrega el ataque sufrido a través de una leyenda inscripta en un candelabro (Janukiá) que el movimiento Jabad Lubavitch de Argentina instaló en una importante esquina de la ciudad de Buenos Aires con motivo de la festividad de Januca o Fiestas de las Luminarias.
Se trata de un candelabro de Januca que el movimiento Jabad Lubavitch instaló en el boulevard central de la Avenida 9 de Julio y Santa Fe, donde apareció una frase pintada que decía “¡la Argentina es católica!”.
GB
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