El comité de Constitución, Justicia y Ley del Knesset (Parlamento israelí) se reunió hoy para discutir un proyecto que les permitiría a las pequeñas comunidades en el Negev y en Galilea a rehusarse a aceptar a los ciudadanos que quieran mudarse allí.
Los ministros árabes criticaron el proyecto, que ya fue aprobado en su lectura preliminar y dijeron que era una propuesta racista contra los residentes árabes. El ministro Ahmed Tibi (De la Lista Árabe Unida) mencionó en sus críticas frases como “todos los árabes nacieron acá”, mientras que “los judíos son inmigrantes, algunos fascistas”.
“Deberías estar avergonzado de lo que le estás haciendo al sionismo”, sostuvo el ministro Ophir Pines-Paz a los funcionarios que propusieron el proyecto.
Por su parte, el miembro del parlamento David Rotem respondió que no estaba avergonzado. “Cuando el objetivo es establecer un pueblo judío, no me siento avergonzado de eso”, afirmó.
El ministro Dov Khenin presentó una visión negativa sobre las consecuencias que una ley como esa podría tener: “Los organismos que evalúan las admisiones desmantelarán en algún momento la sociedad israelí. No solo los árabes serán dejados afuera.
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