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Quizás pueda pensarse que el acto a desarrollarse es meramente formal debido a que tanto el presidente, Aldo Donzis, al igual que el vicepresidente primero, Ángel Schindler y el tesorero Ariel Cohen Sabban has sido reelectos, al igual que un importante porcentaje de los miembros del Consejo Directivo que culmina sus funciones y que otros continúan integrándolo debido a que fueron elegidos para otros cargos.
Pero no es así pues Aldo Donzis, en su discurso, además de referirse a lo actuado desde que asumió el 30 de noviembre del 2006, deberá enviar un mensaje concreto de cual han de ser las líneas programáticas que la DAIA ha de efectuar desde ahora hasta la próxima renovación de autoridades, dentro de tres años.
Por otra parte, la tradición indica que es normal que un respetable número de los dirigentes comunitarios que integran la conducción de la DAIA lo hagan por varios periodos consecutivos y en menor medida alternados. Tal es así que en 1991 como en el 2003, años en que fueron electos presidentes que no tenían actuación previa en la institución, integraron el Consejo Directivo muchos dirigentes que habían actuado en las cadencias anteriores.
La especificidad de la tarea que lleva a cabo la DAIA es, posiblemente, el motivo de que exista esta continuidad, lo que no indica que se sigan las mismas maneras de actuar.
Con estos antecedentes se inicia una nueva gestión que tiene como nuevos integrantes, en los cargos relevantes, al vicepresidente segundo Sergio Witis; compartiendo la vicepresidencia tercera a Alberto Hammerschlag y a Julio Schlosser; y al secretario general Fabián Galante. Witis si bien no integró la conducción que culmina ya fue miembro del Consejo Directivo de la DAIA mientras que si lo hizo Hammerschlag, pero como vocal.
El caso de Galante es completamente distinto pues por primera vez integrará el Consejo Directivo, en un cargo de gran responsabilidad, pues el encargado del manejo administrativo de la institución, y deberá integrarse a un equipo de trabajo en el cual las urgencias y las tensiones son una constante.
A diferencia de lo ocurrido hace tres años, la situación económica y financiera de la DAIA, no será un problema candente al que deberán abocarse los nuevos directivos y también la imagen en el seno de la comunidad mejoró, aunque sin llegar a los niveles anteriores al atentado a la AMIA.
A la denuncia y combate de la creciente judeofobia que se observa en ciertos círculos del país, todo tipo de racismo y discriminación, se le suma un desafío, que la DAIA debe enfrentar: la penetración del fundamentalismo musulmán en toda Sudamérica en general y en nuestro país en particular.
Otro tema que la DAIA no debe descuidar y que es un desafío en sí mismo es las investigaciones a los atentados que destruyeron los edificios de la Embajada de Israel y de la AMIA, y las causas vinculadas.
La relación con los poderes públicos, es otro de los temas que la DAIA deberá seguir analizando, evaluando y actuando en consecuencia durante un período que no se vislumbra fácil, por las permanentes protestas y reclamos sociales como también por las investigaciones judiciales, que se están llevando a cabo, referidas a actos de corrupción marcarán su impronta y afectarán a la comunidad como un todo o a miembros de la misma en forma particular.
Estos son algunos de los “desafíos” que Aldo Donzis, y todos los integrantes del Consejo Directivo de la DAIA que lo acompañan en esta nueva gestión, tendrán que hacer frente a partir de esta noche.
EACh-GL