Así lo informa hoy el diario ‘Haaretz’, tres días después de que Livni cerrase un acuerdo con el titular israelí de Defensa, Ehud Barak, por el cual el Partido Laborista entrará en el nuevo Ejecutivo.
Con ese pacto, la jefa de la diplomacia israelí logró el ochenta por ciento de los diputados que necesita para poner en pie un nuevo Gobierno, algo para lo que le queda de plazo unas tres semanas de plazo.
El plan inicial de Livni es repetir la actual coalición, que edificó su predecesor y aún primer ministro en funciones, Ehud Olmert: 29 diputados del Kadima, 19 del Partido Laborista, 12 del Shas y cuatro del Partido de los Jubilados, es decir, 64 de los 120 asientos del Parlamento o ‘Kneset’.
Sin embargo, la decisión del Shas y de Judaísmo Unido de la Biblia (que cuenta con seis diputados) de unir sus fuerzas imposibilita esta fórmula.
Ambos partidos exigen para entrar en el Ejecutivo un incremento de mil millones de shekels (200 millones de euros o 274 millones de dólares) en las ayudas estatales por hijo, que beneficiarían principalmente a su electorado, básicamente familias ultra-religiosas que tienen seis hijos de media.
Tras semanas de negociaciones infructuosas con Shas, Livni se inclina últimamente por probar suerte con el Judaísmo Unido de la Biblia y la formación de izquierda pacifista Meretz (cinco diputados), lo que formaría una extraña coalición.
Anoche, el líder de Judaísmo Unido de la Biblia, Yaakov Litzman, dejó claro tras reunirse con Livni que difícilmente entrará en el Gobierno sin ir de la mano del Shas.
‘Nuestras exigencias básicas son idénticas. Así que si se logra un acuerdo con nosotros, el Shas también se unirá en cualquier caso’, explicó Litzman.
Livni tenía previsto entrevistarse anoche con el responsable del Shas, el ministro de Industria, Comercio y Trabajo, Eli Yishai, pero la cita fue anulada por ‘obligaciones familiares’ del segundo, según un comunicado difundido por sus respectivas oficinas.
No obstante, fuentes de Shas explicaron al ‘Haaretz’ que ese mismo día su formación había rechazado una oferta del Kadima de Livni de destinar 600 millones de shekels (120 millones de euros o 164 millones de dólares) suplementarios en ayudas por hijo.
Shas insiste en que el aumento debe alcanzar los mil millones y hacerse de golpe, mientras que Livni aboga por la austeridad presupuestaria en tiempos de crisis y por diversificar el pago en varios años.
Otra decisión tomada ayer abre una nueva puerta para Livni. Tras siete meses de división, el Partido de los Jubilados y la formación Justicia para los Ancianos -una escisión del primero- decidieron ayer regresar a la unidad.
Esto significa que Livni podrá negociar ahora para obtener, ya no el apoyo de los cuatro diputados del Partido de los Jubilados que integran la actual coalición, sino también el de los otros tres de la antigua escisión.