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FIN DE GESTIÓN 2005-2008

DISCURSO LUIS SERGIO GRYNWALD
FIN DE GESTIÓN 2005-2008
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Todos los que integramos esta Comisión Directiva que hoy se despide, coincidimos en que la mayor irresponsabilidad en la que un dirigente puede incurrir es ser indiferente a los grandes temas de su tiempo. Así está escrito en nuestras fuentes: “Cada generación con sus sabios, cada generación con sus intérpretes, cada generación con sus jueces”.

Hace 3 años llegamos con la idea de abrir las puertas de la institución a toda la sociedad y realizar nuestro aporte a la cultura argentina y de brindar apoyo a los sectores más vulnerables de la población, facilitándole ayuda social y la necesaria inserción en el mercado laboral.

La intensidad y la dimensión que adquirió esta tarea, permitió que AMIA se convirtiera en una de las organizaciones del tercer sector más importantes del país.
Llevar adelante esta labor, no nos impidió cumplir con nuestras obligaciones comunitarias. Los mismos valores que profesaron los primeros judíos inmigrantes cuando fundaron AMIA hace 114 años, nos impulsaron a brindarles a los ancianos la protección que se merecen, a profundizar el apoyo a la red escolar judía, así como también a las comunidades del interior del país.

Nos propusimos además, mantener viva la memoria y exigir justicia a las autoridades nacionales por el atentado terrorista del 18 de julio. Reinstalamos el tema en una sociedad que amenazaba con naturalizar la impunidad. Y exigimos lo imposible, hasta que comenzaron a visualizarse avances importantes.

Toda esta tarea se tradujo en resultados concretos. Nunca como hasta ahora creció tanto la masa de socios activa de AMIA. Además, más de 100.000 personas por año, visitaron la institución para disfrutar de alguna de nuestras actividades.

Dejamos para quienes nos suceden, decenas de proyectos en marcha.

AMIA se convirtió en un reconocido actor social. Nuestra entidad, hoy forma parte de numerosas redes de trabajo integradas tanto por organismos del Estado, como por empresas y organizaciones sociales.

En la actualidad, AMIA ha ganado un prestigio tal, que hace que diversas organizaciones de primer nivel, quieran asociarse y encarar proyectos en conjunto. Además de llenarnos de orgullo, esta realidad, nos impuso hacernos cargo de una enorme responsabilidad.

Venimos a ofrecerle a la comunidad nuestro tiempo, nuestra energía y nuestro compromiso, como una humilde forma de devolverle todo lo que ella nos brindó a lo largo de nuestras vidas.

Tres años después, estamos seguros de haber cumplido la misión.

Estamos orgullosos de estos 3 años. Trabajamos con honestidad, seriedad y muchísimo esfuerzo, con pasión por la comunidad y siempre junto a los socios.

Hemos cumplido acabadamente con la misión de sostener los valores del pueblo judío. Hemos afianzado el sentido de comunidad.

Hemos fortalecido los principios de la democracia y el pluralismo.

Hemos impulsado desde AMIA la observancia de las tradiciones y el patrimonio cultural.

Hemos impulsado el código de vida judía.

Hemos construido instancias de diálogo, encuentro y cooperación con instituciones judías de la Argentina.

Hemos contribuido al diálogo con otras comunidades firmando declaraciones por la paz.

Hemos propiciado el respeto por el otro y la aceptación de las diferencias por una sociedad más justa y comprensiva.

Y sobre todo, no dejamos un solo día sin reclamar justicia.

Hemos apostado por un compromiso moral, activo con valentía cívica y apostamos por construir una cultura de solidaridad y tolerancia.

Hemos levantado la bandera de la justicia, de los derechos humanos y un frente social que no deje resquicios al fanatismo, ni a la intolerancia, ni a la discriminación.

 
¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa crear una sociedad más justa en un mundo muy fragmentado.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa ver en este trabajo y en la de todos mis compañeros de Comisión Directiva, una responsabilidad comunitaria de acción y de gestión.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa afirmar la vida y la elección moral de cada uno de nosotros para un mundo de paz y de armonía.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa pertenecer a un pueblo con 3000 años de historia.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa ser heredero y custodio de una historia que guarda una riqueza intelectual, filosófica, histórica y cultural y tantas cosas más para explorar en la vida.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa abrazar todas las interpretaciones de la historia judía sea cual fuere el origen o la creencia.

 

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa pluralismo, apreciar a todos los judíos por igual y respetarse mutuamente.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa perseguir la justicia y tratar a mi vecino como querría ser yo tratado. Abrir la puerta al más necesitado, darle comida en nuestro seno, y ser compasivo con los menos afortunados.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa que Israel es la centralidad de nuestro espíritu y que la educación y el aprendizaje nunca se detienen. Por eso, formamos nuestra red educativa y nuestro Instituto de Formación Docente y Maestras Jardineras.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa el equilibrio entre la tradición y la modernidad y el categórico rechazo a las opiniones impuestas o al pensamiento doctrinario.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa la alegría de ser judío. El sentido de la pertenencia y el sentido de comunidad.

 

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa el entusiasmo que siento al mirar a mis 3 hijos y a mis 2 nietos en mi casa en un mundo judío libre, reunidos en las festividades, cargadas de simbolismos judío y poder mostrarles a todos ellos, el extraordinario aporte que hizo el pueblo judío a la civilización del mundo.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa vivir en duelo permanente por toda mi familia y demás seres del pueblo que se perdieron en la Shoá, en los pogromos y en la Inquisición. Pero al mismo tiempo, vivir en gratitud el día a día de la vida y la chispa judía, eso que se llama idishkait, que se enciende en cada uno de nosotros.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa tener el respaldo del Estado de Israel como respuesta a la Shoá y las puertas siempre abiertas a nuestra querida Mediná.

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa la lucha contra la falta de justicia e impunidad en la causa AMIA como asimismo contra el antisemitismo y el derecho de Israel a vivir en paz y en seguridad.

 

¿Qué significa para mí la AMIA?
Significa el orgullo de ser parte de esta comunidad con el aporte hecho a la dignidad humana, al desarrollo humano y a los derechos cívicos y comunitarios de todos.
 
Y por último, significa lo que dijo Eli Wiesel:
“Ser judío no significa pretender que el mundo sea más judío, sino que sea más humano”.

Esa es la meta que anima a nuestro pueblo, en los momentos buenos y en los malos. Y esa es la meta que nos propusimos en estos 3 años.
 
Quiero, ahora, continuar con algunos agradecimientos:
A toda la Comisión Directiva por su labor, esfuerzo y sinceridad en el trabajo. Los logros de esta gestión no podrían haberse concretado sin el trabajo mancomunado y la dedicación de cada uno de ustedes.

Quiero mencionar algunos agradecimientos especiales:
A Pepe Kestelman, por sus sabios consejos.
A Pepe Adazko, por brindarme su amistad.
A Netaniel Goremberg, por tenerme tanta paciencia y aconsejarme siempre.
A Julio Schlosser, por su presencia permanente y su apego al trabajo.
A Fabito, por esa sangre joven que le imprime a todas las actividades.
A Dani Belinky, por la cuota de humor que siempre puso y por compartir una de mis pasiones.
A Elías Kiperman, por ser mi mano derecha durante toda su gestión.
A Benny Zugman, por su seriedad, responsabilidad, cuidado y manejo de los fondos de la kehilá.
A Raúl Stolarza, por su vocación profunda en el mejoramiento de la educación, por brindarme su amistad y compartir la misma pasión.
A Gregorio Spivak, por su amistad de tantos años y manejar una de las áreas más sensibles de la institución.
A Dany Bannet, por su compromiso, por su responsabilidad en la red de empleo y por el apego al trabajo.
A Lili Kurzrok, por su brillante gestión en socios y darle el toque femenino a la Comisión.
A Luis Irlich, por sus reflexiones justas y medidas en el momento adecuado.
A Tommy Saiegh, porque a pesar de nuestras peleas permanentes, hemos aprendido a trabajar en conjunto y nos apreciamos mutuamente.
A Leonardo Chulmir, por llegar siempre puntualmente tarde. Y además, por su magnífico trabajo en el mundo de las organizaciones.
A David Berant, por llegar siempre más tarde que Chulmir.
Y a Lito Kobriniek, por su dedicación a la vida comunitaria, demostrada una vez más en esta gestión.

Y PIDO UNA APLAUSO PARA TODOS ELLOS.

Quiero agradecer a todo el staff profesional, encabezado por Dani Pomerantz, Anita Weinstein, Batia Nemirosky, Ernesto Toker, Gabriel Scherman, José Kviatek, Moishe Korin y Nora Blainstein.

Además, a Elio Kapzuk y Mariela Ivanier por su gran trabajo.

Y a todo el personal de AMIA, desde el rol que cada uno ocupa.

A Tamara, Noelia, Yanina y Verónica, por asistir eficientemente a toda la Comisión Directiva desde el 5to. piso.

Y quiero agradecer a todos los socios anónimos y miembros de la comunidad judía que nos paran en la calle, nos mandan mails y cartas de agradecimiento, y que con su aliento nos marcaron que esta senda era la correcta.

 

 

A mi familia por ser mi sostén y el pilar de mi vida.

A Leila, por ser mi jefa de prensa encubierta.

A Daniela, por ser la intelectual y escriba oficial.

A Eitan, 

A Paula, 

Al Hershi

A mi mamá
 
Estoy hoy aquí para entregar mi mandato al próximo presidente electo en elecciones libres y democráticas.

Se presentaron a votar más del doble de las personas que lo hicieron en las elecciones del 2005 en las que comencé a presidir la AMIA gracias al 53% de los votos obtenidos en los comicios.

Encontramos una AMIA viva y le dimos más vida.
Encontramos una hermosa casa y la abrimos a la gente.
Fortalecimos lazos.
Llevamos a AMIA hasta los primeros planos de la sociedad.
La consolidamos como una de las primeras organizaciones sociales del país.
Llenamos AMIA de sonrisas de chicos.
Llenamos AMIA de abuelos con esperanza.
Le pusimos rock y le pusimos música clásica.
Dimos obras que emocionaron y llenaron salas permanentemente.
Enriquecimos la educación abriendo un centro de Formación y Capacitación Docente.
Encontramos una AMIA pidiendo justicia. Y redoblamos el pedido hasta hacer que la causa vuelva a moverse.
Llenamos AMIA de trabajo. De mucho trabajo.

Fueron 1095 días de arduo trabajo. 1095 noches también. Trabajamos poniendo lo mejor de cada uno de nosotros. Le pusimos el corazón, la pasión y mucho esfuerzo. Sentimos que la tarea está cumplida pero nunca terminada, porque AMIA tiene que seguir creciendo.

Dejamos una AMIA que llena de orgullo.
Cada vez más,
Por eso, sigamos haciendo AMIA juntos.
Todos juntos.

Muchas gracias.

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