Israel no correrá riesgo alguno para su seguridad y no tiene la intención de realizar concesiones que lo expongan «mientras la Autoridad Palestina no dé los pasos necesarios con la fuerza necesaria para acabar con las organizaciones terroristas», dijo Olmert. Sus declaraciones se producen una semana antes de que comience la gira por Medio Oriente del presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
El plan de paz para la región exige a Israel, entre otras medidas, el levantamiento de controles callejeros y otros puestos en Cisjordania y garantizar la libre circulación de personas y bienes.
Como consecuencia de la muerte de dos soldados israelíes anteayer, el ministro de Comercio, Eli Jishai, pidió el cese inmediato de las negociaciones con los palestinos y exigió a éstos que cumplan con el plan de paz que exige el desmantelamiento de las organizaciones palestinas.
Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y la Jihad Islámica se atribuyeron la responsabilidad de lo ocurrido. Según dijo el primer ministro palestino en funciones, Salam Fayad, se han detenido a varios sospechosos.
Entre tanto, Egipto anunció hoy que trasladará a campamentos especiales a los 23.000 peregrinos palestinos, la mayoría pertenecientes al movimiento islamista Hamas, que permanecen retenidos en el puerto egipcio de Nuwaibe a la espera de una autorización para regresar a Gaza.
Las autoridades egipcias exigen a los palestinos que regresen a la Franja de Gaza a través del paso de Krem Abu Salem, controlado por Israel. Pero muchos de los peregrinos temen ser detenidos por las fuerzas de seguridad israelíes, porque algunos se hallan en las listas de palestinos buscados por Israel.
El vocero de Hamas, Ismail Radwan, también rechazó el control solicitado por Israel argumentando que supone una amenaza para la seguridad de los peregrinos. Estos serán trasladados a un refugio provisional cercano al paso de Rafah, informó el canal Al Jazeera.
Los palestinos pretendían regresar a la Franja tras la peregrinación a la Meca, para cuyo viaje de ida sí fueron autorizados a cruzar directamente el paso de Rafah, lo que desató la indignación de Israel.
La Nacion