El ministro israelí de Infraestructuras, Benjamín Ben Eliezer, suscribirá el próximo domingo en Jordania un acuerdo para contratar un estudio sobre la viabilidad de un canal de 200 kilómetros entre el Mar Muerto y el Mar Rojo.
El proyecto debe ser aprobado aún por el Consejo de Ministros de Israel, y en caso de concretarse las obras, estará a cargo de su funcionamiento el viceprimer ministro para el Desarrollo del Desierto, Simón Peres, quien puede verse en un conflicto con Ben Eliezer, informa hoy el diario Haaretz.
El objetivo de las obras será la entrega de 650 millones de metros cúbicos de las aguas del Mar Rojo -que bordean Jordania e Israel- para contrarrestar la evaporación permanente de las aguas del Mar Muerto, conocido en la antigüedad como ‘Mar Salado’, que contienen importantes minerales para la industria.
El Banco Mundial, en principio interesado en apoyar ese estudio, cuyo costo se estima en 15 millones de dólares, no aprobó todavía esa inversión para promover un proyecto que data de años.
Ben Eliezer declaró al rotativo de Tel Aviv que él ya ha reunido el dinero, y hace un año llegó a un acuerdo de principio sobre ese estudio con Jordania, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), los países donantes de los palestinos y el Banco Mundial.
La participación de la ANP en las negociaciones para llevar adelante el proyecto se deben a que los palestinos también tienen una porción de la costa del Mar Muerto, al que acceden por el oasis y la localidad cisjordana de Jericó.