Aparejador de 47 años, Abu Ahmed, jefe de las Brigadas Ezedín el Kassam (el brazo militar de Hamás) en la ciudad de Yabalia, en el norte de Gaza, sale armado con su atuendo militar de una mezquita que ayudó a construir. Su determinación, horas antes de la que cree será una muy dura batalla, no le causa desasosiego alguno. Ya pasó un año en Líbano, junto a la frontera con Israel, en 1992, cuando más de 400 milicianos palestinos fueron expulsados por el Ejército israelí a un pedregal. Luego fue encarcelado durante tres meses. «A mí, personalmente, no me falta de nada. Tengo dos casas y una granja. Pero ahora es el momento de defender nuestro territorio».
Pregunta. ¿Hasta qué punto pueden hacer frente al Ejército israelí?
Respuesta. Estamos bien preparados. No vamos a esperarlos en la ciudad. Vamos a ir a por ellos antes de que lleguen a nuestras casas.
P. Alguno de sus dirigentes ha dicho que a los israelíes les aguardan sorpresas, ¿a qué se refieren?
R. Tenemos armas nuevas que hemos desarrollado y que no habíamos empleado antes. Será la primera vez que las usamos. También utilizaremos nuevas tácticas. Los milicianos les van a atacar donde no esperan.
P. Pero habrá muchas víctimas entre los suyos.
R. Por supuesto. Lo sabemos y lo aceptamos. Hay competencia entre los milicianos para ser los primeros en morir. Muchos pelean por convertirse en mártires antes que sus compañeros.
P. ¿Planean más operaciones como la de la captura del rehén?
R. No estoy de acuerdo con el término rehén. Y espero que podamos capturar más si los israelíes entran. Es necesario para liberar a nuestros prisioneros.
P. ¿Cree que los militares israelíes podrán rescatar con vida a su soldado?
R. Nunca podrán localizarle. No verán de él ni una uña. Tenemos experiencia y no vamos a repetir errores del pasado. Ahora no haremos declaraciones ni habrá negociaciones directas sobre el prisionero.
P. ¿Cree que mantenerle vivo ayudará a la contención del Ejército israelí?
R. No nos preocupa en absoluto. Israel tenía previsto este asalto antes de la captura del prisionero.
P. ¿Cómo pretenden negociar el intercambio del soldado Gilad Shalit por sus prisioneros?
R. Hay muchos métodos para hacerlo indirectamente. Pero ese no es mi trabajo. La liberación de mujeres y menores debe ser sólo el comienzo, sólo para ofrecer información sobre el estado del prisionero. Pero queremos la liberación de todos los nuestros.
P. ¿Hay diferencias entre la rama política y la militar de Hamás?
R. En cualquier Gobierno u organización hay problemas. Pero no son graves. Conozco a los dirigentes políticos desde que fui expulsado a Líbano. Somos dos alas de un mismo halcón.
El Pais