Entre los candidatos hay dibujos que critican la forma en que los israelíes tratan a los palestinos y la política externa de Estados Unidos.
La mayoría de los dibujos son de Irán, pero hay seis estadunidenses y varios de Brasil e Indonesia, dijo el diario Hamshahri.
El diario, que es uno de los cinco más importantes de Irán, lanzó el concurso el mes pasado, para poner a prueba la libertad de expresión del mundo occidental y la predisposición de publicar caricaturas sobre la matanza nazi de seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
El concurso, que se extenderá hasta el 15 de mayo, es una respuesta a la publicación de las caricaturas del profeta Mahoma, que desencadenó una serie de protestas _algunas de ellas violentas_ en el mundo musulmán, incluyendo Irán.
Farid Mortazavi, que dirige el concurso, dijo que recibió unas 700 caricaturas de unos 200 artistas. Un sitio de la internet de los organizadores del certamen indicó que los participantes representan a 35 países.
El diario está ofreciendo premios de hasta 12,000 dólares.
Un trabajo presentado por un artista brasileño muestra a un hombre israelí despreocupado, que da su espalda a un barrio pobre palestino desde el que intenta llamar la atención un presunto atacante suicida.
Otras de las caricaturas refleja la opinión del presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, que fue criticado por la comunidad internacional el año pasado, cuando dijo que el Holocausto era un mito.
El dibujo, del caricaturista iraní Firouze Mozafari, muestra a nueve hombres judíos que ingresan repetidamente a una cámara de gas con un contador que dice «5,999,999», insinuando que los judíos han exagerado la cantidad de víctimas del Holocausto.
La caricatura del estadunidense Mike Flugennock, pregunta: «¿Qué es lo que Ariel Sharon ha aprendido del Holocausto?». Muestra a máquinas excavadoras destruyendo viviendas palestinas y a un soldado israelí apuntando con un revolver a la cabeza de un manifestante palestino, arriba de la respuesta del caricaturista a su propio interrogante: «Humillación, tiranía, brutalidad y asesinato».
Sharon, el primer ministro israelí, continúa en estado de coma después de una apoplejía severa que sufrió el 4 de enero.
Flugennock insistió en que su trabajo no es antisemita porque no critica a la población judía ni a su religión sino a la política israelí con los palestinos.
Milenio