AJN.- ¿Cuál es su opinión sobre la Causa AMIA?
E Carrió: Yo leí las dos causas, Embajada y AMIA, porque AMIA no es sin Embajada y yo soy la autora del juicio político a los Jueces de la Corte por no haber investigado a la Embajada y ahí se nota muy claramente que en las primeras 300 fojas del expediente ó 400 no recuerdo exactamente, que en el tercer día siguiente al atentado a la Embajada, ya estaba el Hesbolla. La pregunta es: ¿Por qué hubo que esperar a 1999 para que el fallo nombrara a Hesbolla? ¿Cómo es posible que nadie se diera cuenta? No sólo la Corte, sino también otros que veían la Causa, incluso a la propia Embajada.
Esto es lo que tengo que decir con absoluta verdad, me pareció el hecho más brutal, que estando la atribución del atentado, esa atribución que venía de Beirut en un cable con el video, no fue ni siquiera mínimamente analizado en la Causa. Desde ese punto de vista, AMIA era previsible, porque quien no quería investigar el primer caso tampoco podía evitar el segundo.
AJN.- ¿Qué opina del fallo de Tribunal Número tres y sobre Galeano?
EC.-Leí los más importantes cuerpos centrales de AMIA y me di cuenta que el encubrimiento estaba instalado en el mismo momento en que se produce el hecho. Quiere decir que el encubrimiento era concomitante al atentado y lo manifesté en ese momento cuando leí la Causa, se lo dije a las chicas de Memoria Activa: «Si yo fuera juez, no podría convalidar por nulidades insalvables el juzgamiento de Telleldín, de modo tal que era una decisión difícil en ese momento, los familiares y la vieja tesis del que no puede ver, pero quizás hubiera sido importante que la verdad a tiempo hubiera implicado poder revisar el encubrimiento y acompañé mucho a la gente de Memoria Activa, después en su momento me cuestionaron por qué yo dije que las pruebas no se las iba a dar a Galeano, cuando muchos de ellos querían que se las entregara, yo me negué.
Fui cuestionada por esto, ahora se aclaró la cuestión y lo que podemos decir el acusado era Galeano.
Yo fui la única que impugnó el informe de la Bicameral y digo que hay que investigar a Galeano, en ese momento todos me cuestionaron, incluido Beraja, por eso la verdad ahora es mucho más clara que antes.
Yo decía que había que investigar a Galeano cuando toda la clase política lo protegía.
AJN.- ¿Cómo se entiende tanto encubrimiento?
EC.- Es el pacto de impunidad con el poder, y en esto el pacto de impunidad con el poder también tenía que ver con la clase política pero con influencia de algún personaje de la propia Comunidad.
IG -¿Y eso es suficiente para encubrir?
EC: -Sí, es muy fuerte, lo que estoy diciendo pero es así. Porque se creó, se rodeó incluso yo en el año 97 peleo la entrada a la Comisión Bicameral y declino ser miembro del Consejo de la Magistratura que es la candidata natural a cambio y el bloque no me lo otorga, primero se compromete y después no me lo otorga.
Es importante saber la historia porque a veces cuando no queremos asumir la verdad a tiempo perdemos la verdad por mucho tiempo, esa frase de Isaías, nuestro compromiso judeocristiano más profundo y más allá de la cuestión política es amor la verdad, a veces la verdad es muy dolorosa pero hay que amarla.
AJN.- ¿Se sabrá algún día la verdad?
EC.-Queda pendiente una larga investigación que puede llegar a los autores que es la investigación del encubrimiento, o por lo menos a la complicidad política original, con que puedan ser juzgados los encubridores ya es demostrarlo, porque quizás los encubridores son los autores.
Nunca es tarde para la verdad, la Justicia, lo que pasa es que yo tengo una creencia más profunda y es que el juicio siempre existe aunque no haya juicio y a la Comunidad yo le digo siempre hay juicio, quizás el mayor juicio sea la verdad, lo que pasa es que la verdad nos alude. La verdad nos alude no es tanto, lo que ocurrió sino es la indiferencia acerca de lo que se escondió, había voluntad de no ver.
Si el Holocausto se sigue juzgando, no tengan miedo en eso, lo único que el hombre es, es esperanza, nosotros los judeocristianos somos seres en espera, esa es la emuná, por eso cuando se nos quita la espera se nos quita el espíritu religioso, el problema a que esa espera hay que ponerle Shalom, que es lucha dinámica por la verdad y la justicia.
Supongamos que el juicio prescriba, aún en la peor hipótesis, siempre podrá haber una comisión por la verdad y la verdad del encubrimiento es hasta más importante que la autoría, que marca el punto de la responsabilidad de un Estado.
Nosotros nunca vamos a parar con esto.
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