Agencia AJN.- El presidente de Israel, Reuven Rivlin, envió esta mañana una carta al primer ministro Netanyahu, al titular de la Knesset y a la comisión que trata la Ley de Nacionalidad, para expresar abiertamente sus críticas a esta ley. Según Rivlin, el artículo que permitiría la creación de comunidades basadas en el origen étnico podría “perjudicar al pueblo judío, a los judíos en todo el mundo y al Estado de Israel”.
En su carta, el presidente critica el inciso que establece que: “se puede rechazar la incorporación de un miembro a la comunidad, por cualquier motivo, entre ellos motivos de nacionalidad y religión”, algo que estaba prohibido hasta ahora.
Al respecto, Rivlin escribió: “Temo que la forma amplia en la que se ha redactado este inciso, sin contrapesos, puede perjudicar al pueblo judío, a los judíos en todo el mundo y al Estado de Israel”.
La carta continúa: “Pido una mirada introspectiva, hacia dentro de nuestra sociedad israelí. ¿Acaso en nombre del ideal sionista estamos dispuestos a ser parte de la discriminación y la segregación de un hombre o una mujer debido a su origen? La fórmula propuesta, en la práctica, posibilita que toda comunidad pueda establecer una población, localidad, sin sefaradíes, sin ultraortodoxos, sin drusos, sin homosexuales. ¿Acaso éste es el significado del ideal sionista? Estoy seguro de que ésta no era la intención de quienes redactaron la ley.
Los legisladores que integran la comisión reaccionaron a la noticia diciendo que Rivlin está haciendo una manipulación y que no les mandó ninguna carta relacionada con la Ley de Nacionalidad. Según ellos, el presidente difundió la carta directamente a través de la prensa para ganarse titulares y difusión, pero no se las hizo llegar a ellos.
La ley, a debate
La comisión especial encargada de tratar este proyecto de ley se reunió esta mañana, antes de que sea sometido a votación en segunda y tercera lecturas. Y la sesión no fue ni tranquila ni pacífica o algo parecido.
Los legisladores de la oposición protestaron tanto que no permitieron que el titular de la comisión, el diputado Amir Ohana del Likud, pudiera dirigir la sesión. La legisladora Tzipi Livni fue expulsada del recinto, cuando – junto con otros compañeros de la bancada del Movimiento Sionista – comenzaron a leer en voz alta párrafos de la Declaración de Independencia de Israel. Durante la discusión, Livni repitió en varias ocasiones la acusación: “gobierno racista”.
El legislador David Amsalem (Likud) declaró que el comportamiento de los legisladores de la oposición es un acto de intimidación y violencia intolerable”.
El titular de la comisión se refirió a la carta del presidente Rivlin y su recomendación a la comisión para que no apruebe la ley sin modificar su texto actual y dijo: “Respetamos al presidente y al asesor letrado de la Knesset (que también comunicó que se opone). Pero quiero decir algo sobre la hipocresía. Cuando leo su carta no sé si prestar atención al presidente Rivlin o al político Rivlin, si es que hay alguna diferencia entre los dos.