Itongadol/AJN.- La ministra sueca de Asuntos Exteriores, Margot Wallström, pareció simpatizar con la política de la Autoridad Palestina de pagar "salarios" a las familias de los terroristas palestinos.
En una entrevista con una revista judía local publicada esta semana, se le preguntó a Wallström sobre su opinión sobre el hecho de que Ramala proporcione ayuda financiera a las familias de los palestinos que están en prisión por atacar a los israelíes.
"No estoy muy seguro de a qué se refiere en este caso, pero tenemos que revisar cómo gastamos nuestro dinero. Pero ¿se supone que la gente debe morir de hambre o qué? ¿Qué se supone que deben hacer estas familias si no reciben dinero?", respondió ella.
Más tarde, un portavoz de Wallström le señaló al periódico local, Judisk Krönika, que la ayuda financiera de Estocolmo a la Autoridad Palestina no se usa para pagar a las familias necesitadas. Según las directivas sueca y de la Unión Europea, no se permite el uso de dinero de la ayuda para financiar a los palestinos en las cárceles israelíes.
Los funcionarios israelíes condenaron durante mucho tiempo lo que llaman la política de "pagar para matar" de la Autoridad Palestina. "Levante las manos si está de acuerdo conmigo en que el presidente Abbas debería dejar de pagar a los terroristas que asesinan a judíos", resaltó el primer ministro Benjamin Netanyahu a principios de este mes durante un discurso en una conferencia de AIPAC en Washington.
"Paga alrededor de 350 millones de dólares al año a los terroristas y sus familias. Eso es aproximadamente un poco menos del 10% del presupuesto palestino total. Es un número increíble", añadió.
Un informe del Washington Post encontró que el reclamo de Netanyahu es algo exagerado, argumentando que la cantidad real que la Autoridad Palestina paga a las familias de los terroristas puede ser hasta dos tercios más pequeña. El documento sí confirmó, sin embargo, que Ramala paga "salarios" a terroristas suicidas y otros terroristas.
Wallström también se defendió de las acusaciones de antisemitismo y dijo que sus posiciones sobre el conflicto israelo-palestino, que llevó a repetidos enfrentamientos con funcionarios israelíes, emanan únicamente del deseo de que ambas partes lleguen a un acuerdo político.
"Quiero señalar que para mí nunca se trató de elegir un bando en el conflicto, sino más bien de buscar una solución de dos Estados; uno tiene que elegir la paz. Todo lo que he hecho demuestra que no soy antisemita. Mi fuerza impulsora desde que supe del Holocausto ha sido trabajar para una sociedad donde eso nunca puede volver a ocurrir", expresó.
Cuando se le preguntó si el cuestionamiento del derecho de Israel a existir como Estado judío puede considerarse antisemitismo, respondió: "No soy teóloga y no puedo responder a eso. Pero si me acusan de ser antisemita por promover una solución de dos Estados, creo que eso perjudica el debate. Siempre he abogado por el derecho de Israel a existir dentro de fronteras seguras".
Wallström también reveló que ella vino a Israel por primera vez en la década de 1970, visitando Masada y algunos kibbutzim. "Todo lo que tiene que ver con Israel-Palestina es emocional, y no tengo miedo de eso, pero tiene que ser constructivo", aclaró.