Itongadol/AJN.- Estados Unidos emitió el domingo la acusación más fuerte hasta la fecha sobre la complicidad de Moscú con las muertes de civiles en Siria, diciendo que aviones rusos volaron en misiones de bombardeo sobre la sitiada región oriental de Ghouta desafiando el alto el fuego de las Naciones Unidas.
La Casa Blanca aseguró que los aviones militares rusos despegaron del aeródromo Humaymim en Siria y llevaron a cabo al menos 20 misiones diarias de bombardeo en Damasco y el este de Ghouta entre el 24 de febrero y el 28 de febrero.
No especificó si los aviones lanzaron artefactos explosivos, lo que podría ser más difícil de determinar que rastrear las rutas de vuelo de los aviones rusos en el radar de los EEUU, pero Estados Unidos acusó directamente a Rusia de matar civiles.
"Rusia ha pasado a ignorar (el alto el fuego de las Naciones Unidas) y a matar a civiles inocentes bajo los falsos auspicios de las operaciones antiterroristas", manifestó la Casa Blanca en un comunicado.
El presidente sirio, Bashar Assad, prometió el domingo continuar la ofensiva en el este de Ghouta, uno de los más mortíferos de la guerra. Un grupo insurgente local lo llamó una campaña de "tierra arrasada".
Con la guerra entrando en su octavo año, la captura del este de Ghouta sería una gran victoria para Assad, quien recuperó el control de las áreas rebeldes con el apoyo de Rusia e Irán.
Los bombardeos del gobierno y los ataques aéreos ya mataron a 659 personas en Ghouta oriental desde el 18 de febrero, mientras que los bombardeos rebeldes en Damasco mataron a 27, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos afirmó el viernes que los ataques aéreos del gobierno sirio contra Ghouta oriental y los bombardeos desde la zona controlada por los rebeldes hasta Damasco probablemente constituyan crímenes de guerra.
La Casa Blanca pidió a las fuerzas pro-Assad que "dejen de atacar de inmediato la infraestructura médica y los civiles".
En una declaración separada el domingo, la Casa Blanca aseguró que el presidente Donald Trump y el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi "discutieron el apoyo irresponsable de Rusia y de Irán a los brutales ataques del régimen de Assad contra civiles inocentes".
"El presidente Trump y el presidente al-Sisi acordaron trabajar juntos para poner fin a la crisis humanitaria en Siria y lograr la unidad y seguridad árabe en la región", estipuló la declaración de la Casa Blanca.
Rusia y Damasco acusaron a los rebeldes de impedir que los civiles salgan del este de Ghouta durante el alto el fuego diario. Los rebeldes negaron sistemáticamente la acusación y dijeron que las personas no se irán porque temen al gobierno.