Itongadol.- La Knesset convirtió en ley, por unanimidad, un proyecto de la legisladora de Likud Nurit Koren para que durante dos años sean exhumados de varios cementerios y analizados en el Instituto de Medicina Forense "L. Greenberg" de Abu Kabir los restos de al menos 300 presuntos bebés yemenitas -uno de ellos, su primo- que habrían muerto por una misteriosa enfermedad entre 1948 y 1970.
Así, el millar de familias de ese origen que afirmaron que, a poco de haber llegado al país como refugiados (foto), sus hijos habían sido secuestrados y dados en adopción clandestinamente se someterán a pruebas de ADN a fin de confirmar la identidad de los mismos.
En 2016, el Estado desclasificó y publicó en Internet 200.000 páginas de documentos sobre el tema y muchos deudos encontraron información contradictoria o diferente de la que figura en los registros de las tumbas donde sus niños habrían sido enterrados, e incluso algunos sostienen que en realidad fueron víctimas de un plan sistemático para entregarlos a familias ashkenazíes en Israel y la Diáspora.
Sin embargo, tres comités gubernamentales y varios investigadores concluyeron que la mayoría de ellos efectivamente murieron en un hospital y fueron enterrados sin informarles a sus familias.