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Nisman. Las graves inconsistencias de Gendarmería

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 Itongadol.- La defensa de Diego Lagomarsino, que encabezan los doctores Gabriel Palmeiro y Martín Chasco, presentará esta semana un pedido de nulidad del estudio de la Gendarmería por las graves inconsistencia que tiene.

El texto señalará que es imposible que la ketamina se haya conservado durante dos años y medio, porque ni siquiera se almacenó a 20 grados bajo cero; las visceras fueron guardadas todas juntas en un recipiente de plástico inadecuado; no hay posibilidad de que no se haya metabolizado porque la ketamina se metaboliza de inmediato; no se pudo cuantificar la dosis y no hay constancias de la forma en que fue suministrada. Por todas esas razones, se considera que la idea de que Alberto Nisman estaba anestesiado por ketamina es una especulación sin base científica y, por lo tanto –señala la defensa– debe decretarse la nulidad. También los forenses y criminalistas de la defensa –José Speranza, Mariano Castex y Luis Olavarría– constatan la existencia de fractura en la nariz, respecto de la cual afirman que ni las fotos ni las radiografías lo demuestran.

Esta semana, los peritos de la defensa le presentaron su estudio al fiscal Eduardo Taiano, pero en los próximos días agregarán el pedido de nulidad, explayándose también en el terreno científico.

En la pericia ya presentada, Speranza-Castex-Olavarría señalaron:

Que Alberto Nisman se disparó a sí mismo
Que las gotas dispersas en pared, inodoro y bidet demuestran que no había ninguna otra persona en el baño.
Que la puerta del baño estaba cerrada, como lo atestiguó la madre del fiscal, por lo cual no pudieron salir ni una ni dos personas.
Que los hilos de sangre en las dos manos de Nisman demuestran que tenía las manos en la pistola
No existe evidencia cierta que el fiscal haya estado bajo los efectos de ketamina
La lesión en la parte inferior de la boca es post-mortem

El golpe en la cabeza es producto de la caída, el traumatismo hepático no tiene significación pericial por cuanto no hay hematoma, es infundado que sea antemortem y la supuesta lesión en el pulgar no tiene evidencia forense ni radiológica.

Respecto de la supuesta fractura, no hay deformidad ni lesiones internas ni externas del tabique nasal. Es lo que también se señaló en la autopsia: no existe lesión. Aún así, señalan que en caso de existir, no pudo ser en vida. No hay evidencia de agresión externa.
Por supuesto que se reitera que el disparo fue en la sien derecha, lugar habitual de quienes se quitan la vida. Las afirmaciones de Sandra Arroyo Salgado quedaron desvirtuadas hace rato pese a que tratan ahora de señalar que “fue un error”. La ex pareja de Nisman nunca se desdijo.

La muerte se produjo entre las ocho y las doce horas del domingo 18 de enero. Surge de tomar en cuenta los niveles de descomposición del cuerpo, las livideces, la temperatura, la rigidez corporal y el potasio en el ojo. Los especialistas de la defensa coinciden con la médica que asistió a Nisman en el baño, la autopsia hecha por los doctores Héctor Di Salvo y Fernando Trezza (del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema) y el dictamen de los 13 médicos del mismo cuerpo.

En la impugnación o pedido de nulidad, la defensa señalará que desde el primer día la Gendarmería habló de la “escena del crimen”, es decir que el resultado estaba prefijado.

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