Itongadol.- Los disturbios en Jaffa cobraron su precio, el fin de semana pasado pocos clientes recorrieron los negocios locales. Los judíos no iban a comprar en la ciudad, que en el papel es parte de Tel Aviv-Jaffa, pero en realidad está más cerca de Ramallah que de la vecina metropolitana judía.
"He estado aquí por 30 años, y no recuerdo una semana tan difícil", comentó un comerciante a y añadió: "Más gente llegó a Yom Kippur".
Los disturbios que comenzaron una semana antes el sábado, después de que un joven musulmán fuera asesinado a tiros por la policía durante una persecución, se calmó un poco durante la semana. Por la noche todavía había varios incidentes, como la quema de tachos de basura y algunos coches en las calles cerca de la avenida principal de la ciudad, pero las cosas parecían calmarse.
Entonces, el jueves por la noche, justo cuando los dueños de negocios se preparaban para un fin de semana muy ocupado, estallaron disturbios nuevamente, mientras cientos de jóvenes árabes se revolucionaban porque la policía había arrestado al hermano del difunto desde el fin de semana anterior, bajo sospecha de participación en disturbios del orden público. Los jóvenes lanzaron piedras, quemaron botes de basura y rompieron las ventanas de negocios y paradas de autobús.
"La gente temía venir después de oír hablar de los disturbios", explicó el dueño de Mutran Sweets en la calle Jaffa, cuyo negocio es considerado uno de los símbolos de la convivencia entre judíos y árabes en la ciudad.
"La gente dijo que escuchó sobre el lío y decidió no venir. Los compradores judíos no llegaron".
"No debemos permitir que los extremistas perjudiquen nuestra vida compartida", dijo Motran, quien había visto las ventanas de sus tiendas estrellarse dos veces en las últimas semanas. "Jaffa da la bienvenida a todo el pueblo de Israel".